LAS MUJERES TONTAS

Sé que me la estoy jugando. Sobre todo porque, si alguien se queda solo con el título, me pueden caer bofetones con mano abierta. Pero con todo lo que se está hablando en los últimos días de las mujeres, me apetecía decir un par de cosas. Ayer mismo, de nuevo, surgió el tema por la elección de Luis de Guindos como candidato español a la vicepresidencia del Banco Central Europeo. El PSOE prefería, como sugería el Parlamento Europeo, que la candidata fuera una mujer de perfil técnico, pero finalmente será el ministro de Economía nuestro candidato.

La semana pasada, el debate sobre la mujer estuvo en torno a la decisión de la Fórmula I de eliminar a las azafatas que adornan la parrilla justo antes del comienzo de cada Gran Premio. Y sí. Digo “adornan”, porque creo que esa es la función que se les da. Se ve a multitud de personas (la mayoría hombres) trabajando en los coches y auxiliando a los pilotos y, en medio del frenesí, decenas de mozas despampanantes sujetan un parasol o un paraguas mientras sonríen a todo el mundo como si ese paraguas fuera el estandarte de su ejército después de una victoria muy trabajada sobre el enemigo.

Y yo, lo siento, pero creo que la Fórmula I ha hecho bien. Y creo que el PSOE hacía bien ayer en reclamar que nuestra candidata fuera una mujer. Llevo mucho tiempo discutiendo con amigos acerca de las cuotas, porque yo creo que las cuotas sirven. Si viviéramos en un mundo ideal, no tendrían sentido, pero si miramos al mando en la mayor parte de nuestra sociedad, las mujeres mandan poco.

Muchos amigos reniegan de las cuotas aduciendo que no se debe premiar el sexo, sino el mérito. Claro. Eso estaría muy bien si todos los hombres que están en lugares preponderantes fueran los más brillantes de la clase. Pero ¿cuántos ineptos, estúpidos y/o malas personas están ahí arriba sin merecerlo? Yo reclamo el derecho de las mujeres tontas y de las hijaputas a ocupar puestos relevantes en nuestras empresas. Y el día en el que pase esto, cuando estén arriba en análogo número mujeres y hombres, listas y tontas, tontos y listos por igual, será porque estemos en la verdadera igualdad. Mientras llega ese día (y creo, evidentemente, que hemos mejorado, pero estamos lejos) debe haber políticas de paridad, y una manera de aplicarlas es eliminar esos lugares en los que las mujeres tienen un papel subordinado en el que simplemente adornan mientras ejercen tareas tan básicas como la sujeción paragüera o la administración de líquidos al piloto de turno.

Entiendo que a las pobres chicas que van a perder sus empleos les parezca mal. Pero estas muchachas deben aceptar que esto no se hace pensando en ellas. Esto se hace pensando en todas esas mujeres del mundo que sufren por ser mujeres. Eso de la «cosificación», que es un palabro horrible, pero es real. Y la mayor parte de las cosas malas que les suceden a mujeres de todo el mundo son consecuencia de la cosificación; de convertirlas en algo parecido a un objeto. Y no tenemos que irnos muy lejos. El piropo inapropiado, el leve acoso en el trabajo a la subordinada que le gusta al jefe. El novio que controla lo que viste su novia, hasta aquel al que un día se le escapa un bofetón. Desde el padre que domina a su hija, hasta el desalmado que le corta el clítoris a las mujeres de su familia. Cuando se hacen políticas de igualdad, no se piensa en las azafatas.

Es cierto que todo esto, siempre, se baña en sectarismo político y que las feministas radicales no ayudan mucho a que el feminismo caiga bien en según qué entornos. De hecho en los últimos días se han visto memes circulando en los que salían dos fotos; una mostrando a 5 azafatas espectaculares luciendo palmito y, la otra, enseñando a 3 mujeres cubiertas con el velo islámico. Y se preguntaba; ¿Qué mujeres están subyugadas por el machismo y cuáles ejercen su libertad? Porque hay que reconocer que, sobre todo en la izquierda, hay un formidable pedorrismo en torno a este tema y me choca que mis amigos progres de salón sean incapaces de censurar al Islam, mientras están siempre con la escopeta cargada para disparar al primer obispo que patina ligeramente. Yo he discutido innumerables veces con amigos que defienden que las mujeres musulmanas llevan velo por una decisión propia. Y me descojono. Esa frase en boca de muchas mujeres musulmanas a mí me parece el gran triunfo de la cosificación de la mujer. Pero claro, si es difícil conseguir la igualdad entre hombres y mujeres en occidente, no les cuento lo que va a ser esto en los países bajo influencia islámica. Pero, igual que cuesta horrores conseguir que la derecha acepte que las cosas deben avanzar, a la izquierda le cuesta tremendamente llamar a las cosas por su nombre y la subyugación de la mujer en los países musulmanes, no es machismo; es, para un buen número de progres «comme il faut», parte del acervo milenario islámico.

Les pasa con todo. Yo, por ejemplo, no me estoy quedando sordo. Estoy empezando a tener diversidad funcional sensitiva. Los ciegos son invidentes o personas con baja visión, los paralíticos de mi infancia, pasaron a ser minusválidos en mi adolescencia, posteriormente; discapacitados y, hoy, ya eso nos suena mal y hablamos de personas con capacidades diferentes. Aunque el remate de la búsqueda de nuevas maneras de denominar se logró hace ya unos años, cuando se eliminó el INEM, para crear el Servicio Público de Empleo Estatal, cuyo penoso acrónimo es SEPEE. Quizás por eso, en la época de ZP, el empleo fue como el culo.

26 comentarios en “LAS MUJERES TONTAS

  1. Pues querido, totalmente de acuerdo con las azafatas. Desde siempre, cuando las he visto, además de pensar en muchos casos que qué buenas estaban (perdón, perdón y mil veces perdón, pero es lo que pensaba) también me parecía absolutamente absurdo. No entendía, y no entiendo la función que hacen, y eso que ya han salido chicas diciendo que les quitan el puesto de trabajo, pero me parece un absurdo.
    La otra parte, ya no estoy tan de acuerdo, no me queda claro que las cuotas vayan a arreglar nada. Fíjate, hoy por hoy, si miras a la medicina, o miras a la judicatura, creo (aunque no tengo la estadística) que hay mayor porcentaje de mujeres que de hombres y, que yo sepa, ni en el MIR ni en las oposiciones hay establecidas cuotas, pero ellas van ganando, se lo van ganando. Así que lo de las cuotas siempre me ha parecido un tanto absurdo. Besos

    • Gracias, minmano. Es la base del desencuentro. Yo creo que las cuotas ayudan. De hecho, si te fijas, hablas de la judicatura y de la medicina, pero sigue habiendo muchos más jefes que jefas en los servicios de los hospitales y en las altas judicaturas. Las cuotas lo que arreglan es que tengan las mismas opciones las mujeres que los hombres. Yo creo que es obvio que no tienen esas mismas opciones. Mira; el otro día una amiga que es muy feminista publicaba un tweet hablando de la presentación de un campeonato internacional femenino que se iba a hacer en Canarias. En la foto aparecían 10 personas en un escenario. De las 10, solo una era mujer. Y eso yo creo que es un síntoma de que hay algo erróneo. Puede que las políticas de igualdad no sean la panacea, pero han ayudado, ayudan y seguirán ayudando a miles de mujeres a llegar a donde hay no se llega. Besos

  2. Como siempre, estoy muy de acuerdo con casi todas las ideas que expones. Pero son tantas (y tan bien expuestas, por cierto) que puedo discrepar – y discrepo – de alguna.
    Como sabes, tengo una familia muy numerosa. Mi padre y tres de mis hermanas hicieron la carrera de Económicas. Pero sólo una ejerció, y muy bien, como economista; el resto centró su vida en otros campos.
    Cuando España tiene la oportunidad de presentar un candidato que tiene experiencia y que es bien recibido por Europa, el poner chinchetas en su camino en vez de apoyarle, so pretexto de que sus gametos no son XX sino XY, me parece una idiotez…zapateril, digna de una «cabra» especial tuya.

    • Gracias, Padrino. Me alegro mucho de que vuelvas al redil y de que discrepes. Yo realmente creo que lo que tiene un punto es que España podría haber propuesto, sin duda, a alguien igual de preparado que Guindos, que no tuviera pito. El problema es que luego, las frases de ayer de Margarita Robles en el Congreso eran una muestra más del pedorrismo, cuando dijo que había «miles de mujeres que podían optar al cargo». Estoy seguro de que hay unas cuantas mujeres con méritos para optar, pero, al decir miles, convierte su frase en una pedorrez propia de los profesionales de la política. Creo que los políticos son especialistas en fastidiar con sus tontadas cosas que, tienen un buen fondo. Me pasa como con lo que dicen los de Podemos de de Guindos. Creo que tienen un punto cuando critican que sea un ex-Lehman nuestro representante en el Banco Central Europeo, pero luego les oyes decir que Guindos es un «Siervo de los buitres financieros» y te imaginas que la frase la ha dicho Nicolás Maduro disfrazado de Antofagasto Panocho, que fue el remedo de Pinochet que creó el genial Ibáñez. O sea; que te descojonas. Un abrazo.

  3. El otro día le hablaron a mi hijo en el colegio de las cuotas. Ponían de ejemplo a los bomberos para mostrar profesiones en las que todavía existe una gran diferencia por sexos.
    Mi hijo, que a sus 12 años debe de estar aún sin desbastar y por ende tiene pendiente que le atornillen la corrección política, tuvo la idea de preguntar cuál era la ventaja que tenía eso si un hombre puede levantar 60 kilos y una mujer 40.
    Afortunadamente la cosa no sucedió por tuiter.

    El otro día me operaron. De las diez personas que había en el quirófano el único hombre era el que empujaba la camilla. Se ve que en lo del MIR, para mi fortuna no le tienen pillado el truco a lo de las cuotas y me atendieron las personas que habían sacado mejores notas, que por cierto le dedicaron al camillero un par de comentarios procaces. Curiosamente él no pareció ofenderse, aunque la cirujana le sacaba 20 años. No me dió la impresión de que fuese a denunciarla.

    Hablando del modelo salomónico de cuotas tampoco hay que perder de vista la judicatura: las nuevas generaciones son abrumadoramente de juezas ¿Hay que echar a unas cuantas muchas para equilibrar?

    No es que crea exigible a nuestros políticos y a eso a lo que ahora se llama periodistas que hayan leído a Guy Debord, pero me hubiera encantado que la sociedad en la que vivimos hubiera sido menos pueril.

    No sé qué opinarían los portavoces y portavozas (esta es de hoy) de los miembros y las miembras de nuestra clase política de esto que digo, pero por sanidad mental casi prefiero no saberlo…

    • Gracias, Juanpe. Es obvio que no son necesarias cuotas cuando las mujeres no tienen ningún problema para acceder a la medicina o a la judicatura por oposición. Pero sí creo que son necesarias cuando el acceso a otros puestos, está más difícil para ellas que para ellos por el hecho de ser mujeres, que es lo que pasa en muchísimos casos. Y lamento decepcionarte, pero yo soy uno de esos periodistas que no ha leído a Debord, y eso que uno de mis profesores estaba empeñado en que me leyera el de «La Sociedad del Espectáculo», pero me dio un perezote cósmico. 😉 Viendo que tú lo recomiendas, prometo leérmelo. Lo de portavozas es de las cosas más gloriosas que he escuchado en mucho tiempo. Y, por cierto, mira, en lo de los bomberos estoy totalmente de acuerdo con tu hijo. Un abrazo.

  4. Pues sí que te la has jugao con el título, la verdad. Ay el dichoso clickbait, cuánto daño está haciendo. Pero en fin, a discrepar tocan: yo no quiero que se igual el número de tontas y tontos con capacidad de mando, yo aspiro a que manden los más cualificados. Entiendo el argumento de la paridad y otro muy importante que te has dejado fuera que es el de la «reparación», por tántos años de injusticia. Pero jamás entenderé las cuotas. Se pueden incorporar mecanismos de selección (a igualdad de mérito, un punto extra o elección directa del sexo menos representado) pero que se nos cuele nadie que no lo merezca, solo por discriminación sexual porque sería justamente eso, discriminación. Y estaríamos desnudando un santo para vestir a otro. Y con respecto al tema del velo, el progre de salón que soy te diría que tienes toda la razón, pero que dejemos a cada cual con sus tiempos históricos, que se trata de convencer (a poder ser con el ejemplo) y no de imponer nada al vecino. Concentrémonos en arreglar nuestra casa, que está muy sucia, antes de pretender obligar al vecino a limpiar la suya. Eso pienso yo.

    • Gracias, Josesain. Estamos casi de acuerdo. Sólo que yo creo que las cuotas obligan a hacer normal algo que es anormal. Habiendo, como hay, igual número de mujeres que de hombres en el planeta, ¿Por qué hay más hombres que mujeres en la dirección de cada una de las cosas de nuestra vida? Evidentemente que no estoy proponiendo la soplapollez de que se apliquen cuotas si hay más mujeres que hombres, porque creo que esa discriminación positiva se debe hacer para favorecer al que está en peor situación por historia y por sexo. Que es el caso de las mujeres. Respecto al velo, no sé qué tiene que ver con limpiar la casa de uno o la de otro. Creo que la subyugación de la mujer en el Islam es tan obvia y tan maligna, que me flipa que no os parezca terrible. Un abrazo

        • ¿No son nuestras cositas las miles de mujeres musulmanas que viven en España y que están absolutamente subyugadas por sus padres, hermanos, maridos? Pues ya me contarás dónde ves tú que preocuparse por esas mujeres sea irse por las ramas. No entiendo que haya tanta preocupación por lo que hace mal la Iglesia católica (que soy el primero en denunciar) y tan poca preocupación por la subyugación de las mujeres españolas (o que viven en España) que profesan la religión musulmana.

          • Si viven en España les asiste el derecho español así que no deberíamos preocuparnos por imponer nada sino por defender lo que haga falta. Conozco a varias mujeres musulmanas en nuestro país que se han divorciado de sus maridos y viven tranquilas y felices sin ningún yugo que las aplaste.

  5. Buen artículo, gracias Carlos. Muy de acuerdo con gran parte de lo que dices, pero a la discriminación positiva también es importante ponerle puertas, para que no ocurran excesos como las sentencias arbitrarias contra-pater en muchos casos de divorcio.

    • Gracias, James. Verás que no me he metido en ese tema que creo que es pantanoso. Aunque algunos dicen que la cosa está cambiando, en general, las sentencias de estos casos de divorcio suelen beneficiar a la mujer. Hablo de la discriminación positiva hacia la mujer en los entornos en los que está en desventaja. Y creo que el entorno laboral en muchos casos (sobre todo a la hora de poner a mandar a mujeres) es malo para ellas.

  6. Pues mira, no. Estoy en radical desacuerdo con la discriminación, sea del signo que sea. Y las cuotas son eso. La otra noche, viendo los Goya, pensaba en lo injusto que podía ser para Isabel Coixet haber ganado el Goya en la noche de reivindicación del feminismo porque podía arrojar la sospecha de que no era la candidata que más lo merecía, sino la que tocaba. Y eso es lo que ocurre a las mujeres en los ámbitos «con cuota». Que se cuestiona su capacidad.
    Y en cuanto al candidato al BCE, oyendo a Margarita me preguntaba si es que tenían una mujer en mente y en ese caso, porque no la proponían directamente. Porque eso de decir que hay miles de mujeres que podrían ser candidatas me recuerda a la famosa afirmación de ZP de que cualquiera podía ser jefe de gobierno. Y no, tampoco. Y si no tienes un mejor candidato, entonces cierra filas y apoya al candidato español, que tiene bemoles que los socialistas lusos le apoyen y los del PSOE no. Aunque no me sorprende, la verdad.

    • Gracias, Sylvia. Yo creo que las cuotas no son discriminatorias. Lo son tanto como el hecho cierto de que a igual número de mujeres médicos, la mayor parte de los jefes son hombres. Y hay muchas más profesiones en las que ocurre. Mira P&G, que me parece un ejemplo de empresa que integra a la mujer. ¿Cuántas directoras generales ha habido en España? ¿Cuántas mujeres que han llegado a Directoras Generales en la compañía tienen familias como la tuya y la mía? Creo que eso es porque la discriminación a la mujer está tan metida en nuestro ADN que hasta a vosotras os parece que no está tan mal. Respecto a lo de Guindos, creo que podíamos haber propuesto a una mujer, pero que, como le decía al Padrino, es absurdo que diga lo de «miles de mujeres» porque no es cierto. Como no creo que haya miles de hombres preparados para ese puesto. Lo de ZP, tiene razón; hasta él llegó a ser presidente del gobierno, con lo cual cualquiera podría llegar… Un abrazo.

  7. Discrepo en absoluto con las cuotas y mucho más con el caso De Guindos. No me parece que Solana, Marin, Almunia o Borrel tuvieran falda cuando fueron propuestos por gobiernos del PSOE para cargos muy relevantes en la UE.

    Y decir que no tiene perfil técnico….quiere decir la viperina Margarita qué no tiene una oposición? No, oposición no tiene, por suerte. Solana era de formación Físico y mira que bien lo hizo «técnicamente» en la OTAN.

    • Gracias, Gonzalo. Yo creo que Guindos sí opositó. Juraría que es Técnico Comercial del Estado. Yo no creo que sea muy importante lo de las cuotas cuando hay una paridad, o cuando hay un sistema objetivo de selección, como las oposiciones. Pero, cuando se depende de decisiones más o menos políticas, creo que se debe establecer porque, lo cierto, es que hay muchas menos mujeres que hombres mandado en el mundo y, por población, estamos repartidos casi al 50% con algo de ventaja para las mujeres. Un abrazo

  8. Carlos, de acuerdo con tu reflexión global.
    Donde hay un sistema de oposiciones, no hay cuotas que valgan y la proporción es en función de méritos, sea MIR o Judicatura.
    El problema es donde no hay sistemas que se puedan aplicar con objetividad.
    Léase Consejos de Admiración, selección de alta dirección, etc, la cuota ayuda a cambiar la tendencia y forma de pensar.
    Sino fuera así, y hasta el momento no hay otro sistema, ayuda a por lo menos hablar de ellos y que participemos tod@s.
    Me alegro de ser parte de quienes lo vemos como una herramienta que ayuda a salir del ostracismo de los que no quieren cambios.
    Me alegro de que la mujer esté a mi lado o delante y no detrás como en los paises musulmanes y sin los mismos derechos y además con velo.
    Respecto a las Azafatas, les han preguntado a ellas y a ellos.?
    Tengo miedo del puritanismo que acecha, con lo que no atente a la moral y las leyes y buenas costumbres deberíamos ser más flexibles y por tanto denunciar lo absurdo y fuera de lugar como en el Godó.
    No veo poner a los niños menores de edad.

    Buen comienzo Carlos.

    • Gracias, Antonio. Imagino que a las azafatas/os no les han preguntado, pero es que yo creo que la decisión debe estar por encima de lo que ellos opinen. Creo que estas son cosas que hay que hacer para dar un mensaje al mundo. A mí me parece que, en vez de quitarlas, deberían poner a un igual numero de azafatas que de azafatos. No por nada, sino porque ese papel subordinado y de adorno se le da siempre a la mujer y jamás al hombre y, por tanto, se convierte en una manera de marcar a uno de los sexos. A mí me parece una gilipollada el que tenga que haber azafatas/os sosteniendo paraguas, pero ya que los tienes, que sean de ambos sexos. Un abrazo.

  9. a mi la duda que me queda es saber si tu función en la cabra de hoy es ser el portavoz o la portavoza de tus ideas sobre la discriminación positiva. Estoy hecho un lio
    🙂

    • Gracias, Txema. La duda ofende. Soy portavoz. 😉 Lo que me pregunto es si esta muchacha, después de oír ayer su discurso, ¿Es tonta del culo o tonta del cula?

  10. ¿Y quien coño sois vosotros para decir que tal o cual cosa es «cosificacion» si es un trabajo que esas mujeres hacen voluntariamente porque les gusta?
    En todo caso seria «autocosificacion» pero repito, ¿Que cohones os importa?

    • Gracias, Pepetemete. Disculpe el retraso en contestar, pero he estado sin actividad cabrera durante casi 4 meses. Yo no creo ser nadie en concreto. Simplemente escribo mi opinión con la misma libertad con la que usted opina lo contrario. Y respecto a lo que me importa; pues sí me importa. Creo que la conversión de la mujer en objeto ha perjudicado durante años al sexo femenino y, en muchos países, lo sigue haciendo. Un saludo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *