Cómo somos de pesados. Hemos tenido la suerte de que nos salga, como un champiñón, un campeón golfista de esos que surgen cada 30 años. Sin embargo, en estos días, he visto las redes inundadas de críticas y consejos a un mozo de 23 años que, si tiene la fortuna de su lado, o si Dios le ayuda (como prefieran), va a darnos muchos días de gloria.
Para los que no sepan de qué hablo, les cuento que, ayer, el joven de rojo ganó el Open de España de golf. Se llama Jon Rahm y, a pesar de que parezca finlandés por el apellido, es español. De Barrika, para más señas. Jon se hartó de ganar durante su etapa amateur y, desde que entró en el terreno profesional, ha ido tumbando puertas a drivazos, golpes de pitch, hierros y un putt fino y firme. Y es una estrella. Y cuando digo que es una estrella, no me refiero al hecho de que tenga agentes, sponsors, medidas de seguridad a su alrededor y que vayan poniéndole la alfombra roja por donde pisa.
GENTE CON DUENDE
Quiero decir que es de esos seres que están tocados por la varita. Gente especial que, no se sabe por qué, conectan con el público y generan en su entorno un aura de afecto. Llámenlo duende, magia, embrujo… Una conexión invisible, pero obvia… Algo eléctrico. Y, como todo lo eléctrico, tiene su polo positivo y su polo negativo.
Lo que más he escuchado en estos días (y desde que Jon empezó a salir por la tele) es que Jon se cabrea. Se mosquea mucho en ocasiones y, más de una vez, se le ha visto perdiendo los papeles en un green, en un tee o en una calle de uno de esos campos de Dios. Y se atribuye eso a su juventud, a que es un potro sin domar. Quizás sea cierto y probablemente Jon mejore en ese aspecto con los años y la ayuda de algún psicólogo deportivo. Pero yo tengo 53 años y uno de mis grandes defectos es que ocasionalmente me cojo unos globos estratosféricos.
CARÁCTER PARA LO MALO… Y PARA LO BUENO
Me enfado mucho por una tontada y, a veces, en alguno de esos ataques de ira me comporto como un auténtico gilipollas. No crean que no trabajo para reducir ese tipo de reacciones, pero llega un punto en el que uno debe asumir que es así y que, probablemente, ese carácter que me hace saltar en ocasiones, sea el mismo que me hace apretar el culo ante la adversidad y no hundirme cuando me toca estar en el hoyo y aparecen unos cuantos con enormes ganas de echarme unas paladas de tierra sobre el féretro.
Claro que Jon tiene que mejorar en ese aspecto, pero probablemente ese genio es el que hizo que ayer, en el hoyo 18, en vez de tirar con un hierrito para asegurarse la calle en una salida con agua a la izquierda y out a la derecha, el tío cogió el drive y con un zurriagazo descomunal mandó la bola a Murcia (qué hermosa eres). La puso en mitad de la calle con claras opciones de dejar sentenciado el torneo.
Pero, como pasa siempre que surgen genios así, los hay que están ahí, en alerta, para avisarnos a los demás de que el artista tiene su parte oscura. Y te encuentras con cosas como un vídeo que, en las redes sociales, titulaban poco menos como si Jon hubiera escupido a algún espectador: “El feo gesto de Jon Rahm con el público…” Fui a ver el vídeo y, simplemente, el pobre pega un golpe desde un lugar complicado y su bola se va al agua. La gente empezó a aplaudirle para animarle y Jon, en vez de agradecerlo, pidió a la gente que se callara.
No crean que se cagó en los muertos de nadie. Simplemente levantó la mano y luego, poniendo el dedo índice en sus labios, pidió silencio. A mí, francamente, no me pareció para tanto, pero no se pueden imaginar la cantidad de comentarios negativos al respecto. Y luego están los que no saben asumir las cosas. Cuando se ha dicho tantas veces “gracias, Rahm, por venir” y “gracias, Jon, por llenar de gente el Centro Nacional de Golf”, ha habido muchos que han salido a decir que todo esto no es solo por Rahm, sino que también hay otros jugadores que arrastran. Celos tontos de familiares de otros grandes jugadores que también dan gloria a nuestro golf.
LLENANDO CAMPOS COMO SEVE
Pasó cuando Seve. Todos los jugadores españoles que coincidieron con Seve sufrieron aquel eclipse; cuando estaba el de Pedreña en cualquier sitio, solo había ojos para él. Pero todos aquellos otros magníficos jugadores se beneficiaron de la ola enorme que provocó Severiano Ballesteros. No quiero comparar a Jon con Seve. Él hará su carrera y ganará lo que tenga que ganar. Lo que quiero decir es que los compañeros de Rahm, los aficionados, las federaciones, los promotores de torneos y los periodistas debemos estar dando gracias por Jon. Espero no equivocarme, pero lo que vi ayer en el Centro Nacional de Golf creo que augura un tiempo nuevo para este deporte en España.
Ha sido terrible. El año pasado no tuvimos Open de España y, este año, la federación española y la madrileña han recibido críticas por no conseguir un patrocinador para Nuestro Torneo. Como si fuera fácil. Yo llevo años organizando torneos profesionales de golf femenino. Desde que acabó la crisis se nota una mejoría en todo, excepto en el golf. Cuesta sangre obtener patrocinios para cualquier cosa. En los últimos meses he estado intentando conseguir espónsores para un grandísimo jugador español. Poner una marca en su gorra por un precio tirado. Y no he conseguido nada.
TSUNAMI RAHM
¿Creo que el tsunami de Jon Rahm nos va a poner las cosas más fáciles a todos? Rotundamente sí. Y, por eso, pienso que debemos darle las gracias a este mozo con desparpajo que, cuando tenía 19 ó 20 años, en una Gala anual de entrega de premios de la RFEG después de que yo, presentando, pronunciara el nombre de varios torneos americanos con un acento inglés discutible, se me acercó y con un tono coñón me dijo: “a ver si mejoramos un poquito ese inglés”.
Es un chaval especial. Que tiene algo. Y podemos aceptarle como es y aprovechar su ola eléctrica o ponernos finolis a tocarle las pelotas para que se le quiten las ganas de seguir ayudándonos. Yo, desde luego, estoy por aprovechar su ola. Así que, gracias, Jon. Y sigue viniendo, aunque nos mandes a callar si te aplaudimos después de irte al agua en un hoyo.
Muy buena La Cabra hermano, y muy bueno, por lo que se ve, este tipo.
Pero en un país, España, donde tenemos un dos veces campeón del mundo de Rallies, y un dos veces campeón del mundo de F1, a los que no les pasan ni una y hay gente continuamente buscándoles las vueltas….. que quieres que te diga.
Igual es porque estos dos en concreto les caen peor que los otros campeones españoles de F1 y de Rallies……………..ah no, si no tenemos ningún otro campeón de F1 ni de Rallies!!!!!, bueno, igual es que son muy malos.
Besos.
Gracias, minmano. Esto es así. Recuerdo una vez una entrevista que le hicieron a Carlos Sáinz en la que le decían: «Por qué ha tenido usted tanta mala suerte?» Y decía el tío: «¿Mala suerte yo? campeón del mundo, marido y padre feliz, empresario al que no le ha ido mal? No sé de qué me habla». Hay una cantidad de gilipollas abismal. Un beso
Magnífico artículo Carlos!!
Un abrazo
Gracias, Jorge. Un abrazo.
Estoy contigo. Es una maravilla. Juega como los ángeles y nos ha tocado el gordo (sin señalar) para que haya una nueva ola de promoción y de amor por el golf. Y hay que agradecerle que haya venido con esas ganas a llevarse el Open de su país, cuando tiene su vida en USA. Otros no lo han hecho.
Dicho ésto, creo que sería bueno para él y para los niños que le siguen que aprendiera a controlarse. No es solo que mande callar, son algunos gestos con el palo y algunos malos modos. Que no empañan lo grande que es, pero que son un inconveniente a la hora de mantener la concentración y no son buen ejemplo para sus seguidores más pequeños.
Tiene a su favor que es transparente. Todos comentamos que cuando le sale algo bien, sonríe y disfruta como un niño grande. Y a la inversa cuando el golpe no es bueno. Y a veces la toma con el público, en vez de tragar. Yo estoy segura de que ese punto de madurez que le falta le llegará pronto, porque es un crío, muy grande, pero un crío aún. Y nos esperan muuuuchos años de seguirle, admirarle y verle ganar majors.
Yo también le doy las gracias porque verle es un placer, aunque no gane. Y si gana, pues ya es la ….
Gracias, Sylvia. Yo creo que no pasa nada por eso. Francamente no creo que maleduque a nadie. Serçia ideal si no tuviera esos arrebatos, pero hay que aceptarle como es. Yo creo que cada uno se comporta en el campo como es y la gente tranquila es tranquila y los que somos más calentitos, somos calentitos.. 😉 Yo lo que espero es que no se le suba a la cabeza (creo eso esta garantizado que no le va a pasar porque es un chaval listo) y que le respeten las lesiones. Pero, si va bien todo, nos vamos a llevar muchas alegrías en los próximos años. Y, además, es que no está solo; están Sergio, Rafa, Campillo, Elvira, Oriol, Larrazábal, Quirós, Gonzalo… Y paro porque hay unos cuantos más. Un beso
La cabra ahora es los lunes?
Es una Cabra arrebatá por la victoria ayer de este muchacho. Por cierto, no pongas en riesgo a tu madre y a la mía ni a sus amigas montándolas en tu coche tuneao, so macarra… 🙂 Un abrazo
Se lo pasaron tan bien que estamos hablando de institucionalizar los miércoles al cine en candycar. Algún día se pondrá de moda personalizar los coches. Al tiempo.
Jaja. Me alegro. Yo me voy todos los martes al cine con mi suegro, pero le llevo en coches más discretos… Por cierto; esta tarde vamos a ver la de Fesser, que también es un poco tuya… Un abrazo
Me gusta, aunque no entiendo nada de Golf, sólo que hay que meter la bola en el hoyo. Pero me encanta que animes a un muchacho que empieza a destacar, y que seguro llegará algún día como Seve Ballesteros…. No entiendo de golf, pero me gusta.
Gracias, tía. Llegará lejos seguro. Un beso
Hola Carlos,
Cuando yo era niño, le pregunté a mi padre, que por qué maltrataban tanto a Seve si luego todo el mundo le adoraba,… y me dijo, a la gente le
encanta ponerse la piel de lobo y de cordero… somos así.
Una suerte, coincidir con Rahm y jugadores (pocos) como el, quien sabe cuándo podremos ver a otro…
Abrazo
Gracias, César. El problema es que este tipo de genios solo alcanzan unanimidad en el elogio cuando se retiran, cuando caen enfermos o cuando se mueren. O sea, que mejor que no elogien a Rahm unánimemente durante mucho tiempo… Por cierto; eres César Geune el artista? Un abrazo
Estoy con el cabrero…los q jugamos a golf hemos pasado estos momentos de furia descontrolada por eso yo seria tolerante. Luego despues del calenton es un caballero con los fans, la prensa, siempre positivo, con un punto gracioso y delirante en sus comentarios, magnanimo en las victorias y en las derrotas…tarjeta amarilla si quereis!! O roja q mas da…o no se las sacan a nuestros venerados futbolistas. Volviendo al principio, uno cuando juega a golf no tiene la suerte de calmar su mala leche con 2 carreras x la banda y 5 balones divididos, estamos mas frescos q una rosa y nuestro cerebro no hace mas q repetir «filazo de m@#$#» pareces gili@$^% otra vez el sock@#$%» jejej o esas cosas, es humano y va en su ADN el temperamento y la pasion Y tiene 23 tacos q esperais? Yo me quedo sin duda con esa pasion y magnetismo
Gracias, José María. Yo, desde luego, y no estoy orgulloso de ello, soy de los de cagarse de vez en cuando en todo. Hay días en los que soy Mahatma Gandhi por el campo, pero, en otros días, soy como el increíble Hulk. Quizás por eso soy más condescendiente con el muchacho. Pero, vamos, me encantaría ver a todos esos santones en otras facetas de sus respectivas vidas a ver si eran tan claros candidatos a la canonización. Aparte de que, efectivamente, Jon Rahm es un jugador de esos especiales que te hace esperar, en cada momento, algo especial de él. Un abrazo
Eso se le va a pasar en cuanto pase una Ryder en USA. Ahí se aprende a jugar en modo «burbuja». Y tendrá varios grandes jugadores/competidores que le van a ayudar mucho.
Gracias, Nacho. No sé qué decirte. Precisamente las Ryder son los escenarios en los que este tipo de jugadores sacan la rabia y ese puntito de mala leche que les hace geniales. Solo hay que recordar cualquier de las Ryder de Seve, Chema o, por ejemplo, la primera de Sergio. Ojalá ayude a Europa a recuperar la copa. Un abrazo
Pues que quieres que te diga….Ojalá nunca cambie, si fuera una balsa de aceite habría quien lo criticase por ello, un grande es más grande en la diferencia que en la indiferencia.
Tiene trabajo mental por delante, nadie lo duda, pero en otros aspectos del juego que de verdad le ayudarán en los muchos momentos importantes que le esperan en el futuro.
Jones salen pocos, muy pocos, disfrutémosle como es y no queramos que sea lo que ni nosotros mismos podemos ser.
Gracias, Walter. Totalmente de acuerdo. Un saludo
Preciso artículo!
Ninguna buena historia triunfa sin drama y/o polémica, es la base de un eficaz storytelling. Jon no necesita nada, el sólo, por cómo es, genera engagement; es “dios” disfrazado de jugador de golf!
Abrazo!
Gracias, Alberto. Seguro que con Jon, que suele arriesgar, viviremos algún drama, pero seguro también que por su forma de jugar y por esos riesgos, nos va a dar grandes alegrías. Un abrazo
Así es. Os dejo una pequeña anécdota. Hace años, cuando acababa de irse a estudiar a USA, le entrevisté en El Prat para la revista de la RFEG con motivo de un Campeonato de Europa. Yo ya le conocía de la Blume y sabía que era un tío muy echao pa’lante, que decimos aquí. Por algo es de Bilbao.
Le pregunté si veía clara la opción de llegar a ser profesional (aún no estaba ni cerca de ser nº1 del Ranking Amateur) y poder jugar en el PGA, y me dijo que su meta era ser el mejor golfista del mundo. Así, sin dudarlo. Por ahí andaba algún otro golfista hoy profesional que no dudó en vacilarle por su sobrada.
Y aquí está Jon, a las puertas del Nº1 mundial.
Sí, sin duda tiene algo especial. Espero que todos sepamos verlo y él mismo y su entorno sepa cuidarlo.
Saludos!
Gracias, Jorge. Yo creo que tanto él como su familia tienen pinta de que no se les va a ir la pinza a ningún sitio. Ojalá sea así. Yo creo que es un buen chaval y un extraordinario jugador de golf. Un abrazo