Nos dan mucha pena. Hablamos de ellos casi siempre con ese sentimiento caritativo que nos da la certeza de que somos superiores a ellos. No sé si es el gen colonial, que lo tenemos ahí metido a fuego, pero seguimos en muchas ocasiones hablando de la gente del Tercer Mundo como de nuestros hijos pequeños. Con una mezcla de pena y conmiseración que nos deja muy tranquila la conciencia y permite que podamos seguir con nuestras vidas como si no hubiera pasado nada.
Nos gustan mucho los negritos del África Tropical. Quedan estupendamente para nuestras campañas de blancos enrollaos. Nos permiten sacar lo mejor de nosotros mismos, pero, si lo que les pasa a estos negritos es demasiado fuerte, pues oye, mejor miramos para otro lado que, al final, están lejos de cojones y ojos que no ven… Y somos capaces de olvidarnos porque, enseguida, tenemos encima otra noticia que nos tapa los orificios de entrada de dolor.
Cuento esto porque la semana pasada un buen amigo mío y seguidor habitual de la Cabra, Txema Marquiegui, me hizo ver que no entendía por qué nos sentíamos tan identificados con unos muertos y tan poco con otros. Se refería a la poca repercusión que habían tenido en el Norte los asesinatos de 147 estudiantes en la Universidad Keniata de Garissa. 6 bellacos del grupo terrorista Al Shabab masacraron a decenas de estudiantes para generar terror. Y como saben que su crueldad sin sentido nos sobrecoge, para meternos más miedo en el cuerpo, dijeron que habían dejado con vida a los estudiantes musulmanes. Son esas explicaciones inexplicables que dan los grandes malvados de la Historia para provocar espanto en los no afines y algo de empatía y admiración entre sus incondicionales.
Cuando aquellos desalmados entraron a tiro limpio en la redacción de Charlie Hebdo, no tardamos ni cinco horas en decir masivamente que todos éramos Charlie. Hubo manifestaciones en cientos de ciudades y líderes de todo el mundo acudieron a Paris a un gran acto contra la barbarie. En el atentado contra la redacción de esta revista satírica murieron 12 personas. Pero la muerte de esos 12 nos dejó más huella y fue, sin duda, porque vimos cómo el espanto se metía en nuestras cocinas. Esa sensación de: “Me puede pasar a mí” hizo que todos nos sintiéramos Charlie. Sin embargo estos 147 estudiantes forman parte de aquellos lejanos negritos del África Tropical que nos cantaban en nuestra infancia con el Cola-Cao. Y durante un rato, o dos, nos espeluznamos con el relato de la masacre, pero ninguno hemos sido en estos días ni Peter, ni Mary, ni Fred que son 3 de los nombres de los 147 desdichados que cayeron. Yo no puse ninguna foto en mi Facebook, ni hice ningún comentario en Twitter, ni dediqué ni una línea de una Cabra a reflexionar sobre la truculencia de este terrorismo yihadista que mata cada día a miles de personas en todo el mundo, pero que sólo nos toca la fibra cuando se cepilla a nuestro vecino.
Así que aprovecho esta Cabra para pedir perdón a esos 147 muchachos que se formaban para ser mejores ciudadanos y me comprometo a estar más atento a estos espantos, aunque nos los tapen diariamente los escándalos de nuestros políticos que, cada dos por tres, nos dan motivos para ponerlos en las portadas de los periódicos. Joder; por si no teníamos suficiente con Bárcenas, Gurtel, Púnica, los ERES, Pujol, Rato… es que ahora sale también lo de Trillo. Que hay que respetar la presunción de inocencia, pero ya mosquea que una constructora le pagara al ex presidente del Congreso por asesorías más de 350.000 euros. Eso por no hablar de la creación lingüística del Director de la Agencia Tributaria al referirse a la lista de los 715 amnistiados fiscales que levantan sospechas de haber hecho marranadas con su dinero. Esa “repera patatera” ha levantado multitud de comentarios y de exigencias de transparencia de todos los partidos de la oposición. Yo creo que piden eso porque ellos apuestan a que en la repera patatera hay más del PP que de los otros, pero yo no me fiaría mucho, no sea que alguno se lleve una sorpresita. Porque en esto de tener averiados en la tropa no puede ponerse estupendo ningún partido. Está tan gastada la palabra imputado, que hasta el PP ha decidido hacerla desaparecer de nuestro ordenamiento jurídico para sustituirla por “investigado”. Y la verdad es que es una pena porque imputar ha sido un verbo que, tradicionalmente, ha dado mucho juego en los juzgados. Sobre todo en mi tierra. Mi tío José Luis, que de joven fue juez en la localidad malagueña de Coín, siempre contaba la anécdota de un agricultor al que uno de sus compañeros, durante un juicio, le preguntó: “¿Está usted de acuerdo con el delito que se le imputa?”. El pobre hombre no entendió la pregunta y dijo: “¿Eingg?”. Cuando el magistrado le insistió: “Que si está usted de acuerdo con el delito que se le imputa”, el campesino ya torciendo el gesto y empezando a cabrearse gritó: “¿Quién? Hioputa yo?”
Pues eso. Que puede que en los juzgados no vaya a haber ya imputados, pero “hiosputa” me temo que va a seguir habiendo unos cuantos.
Carlos, lo ya dicho, que tienes la gracia, el salero y el don para juntar palabras y expresar lo que uno piensa mejor que uno mismo. Un abrazote 🙂
Gracias, Txema. Qué bueno es tener amigos que hablen bien de uno… 😉 Gracias por darme ideas. Un abrazo
Pues tienes toda la razón del mundo. Hasta para morirse o mangar hay clases y diferencias. Para reflexionar.
Gracias, Patty. Lo de morirse parece que tiene un remedio más difícil. Lo de acabar con los que mangan, por lo menos, podríamos hacerlo acda 4 años. Pero les seguimos votando… Un abrazo
Tienes toda la razón, no todos los muertos son iguales, los hay de clase business (los occidentales) y los hay de clase turista (los negros), mientras que los hispanos y asiáticos puede que coticen entremedias. La vida no vale lo mismo en todos sitios, los mismos negros no valoran mucho la suya propia en sus propios países. Teresa, la gallega del ébola que ahora está bien calladita, vale más que los 14.000 negros muertos por el mismo concepto, pero es que ellos tienen una esperanza de vida de 45 años y nosotros de más de 80. En fin, que el amor empieza por uno mismo y ellos lo tienen bastante bajo.
Gracias, Rafael. Yo creo que esa falta de soluciones en los propios países, viene dada por la cantidad de sátrapas que les han gobernado desde que se acabó oficialmente el colonialismo. Se fueron los cabrones de los invasores, pero sus cabrones no han resultado mejores, sino casi peores. Un abrazo.
Pues ya lo has vuelto a hacer, has cambiado de canal, cuando parecía una cabra especial y monográfica dedicada a pedir perdon a los africanos asesinados por no haberles hecho ni puto caso en nuestras portadas (yo sí he hecho campaña desde mis humildes muros de las redes sociales) pero has acabado preocupándote por las tonterías que nos entretienen en el primer mundo, que si una mordida por aquí, que si una amnistía fiscal por allá.
Yo empiezo a concebir el voto como una cosa práctica, de cosa en cosa, y estoy dispuesto a darle mi voto a cualquiera que se comprometa a cambiar la ley electoral o a reinventar unas relaciones internacionales basándose en un mejor equilibrio norte sur. Poco a poco. Lo demás es ruido.
Gracias, Josesain. Ya siento que no te guste, pero necesitaba contar que esos pequeños duelos que les hacemos a los que mueren, los tapan cada día las mierdas de nuestros políticos que se van a las portadas y que ocupan minutos y más minutos y líneas y más líneas de periódicos y blogs. Respecto a lo que dices; votemos. Es lo único que podemos hacer. Yo tengo ya claro a quiénes no voy a votar y casi claro del todo a quién sí. Y el otro día cuando supe que iban a acabar con las imputaciones, me acordé de aquel pobre cateto y quería contarlo. Hoy venía muy a huevo… Un abrazo
Hola Carlos , yo de los pobres personas que por diferentes motivos deciden jugar su vida a cara o cruz con la esperanza de encontrar un futuro mejor no puedo opinar. Lo siento por ellos , creo que entra dentro del las injusticias del mundo , pero al igual que otros temas queda muy lejos , no del lamento , si no de la capacidad de influencia para cambiar de rumbo la situación. Y se que con esto abro un debate complejo…
Había leído lo de Trillo , pero no las cantidades, ufffff…..Este hombre lleva con cargos públicos desde que la Gaviota jugaba con Calimero. Según la wiki Diputado en Cortes Generales de España por la provincia de Alicante desde 28 de octubre de 1989-15 de mayo de 2012 , con sus diferentes puestos y cargos y Embajador del Reino de España Desde el 30 de marzo de 2012, vamos que su comportamiento no ha podido ser por influencia Corsaria-anglosajona, que viene de antes. Resumiendo que el que ha sido tercera autoridad del país ( presidente del congreso lo es) se pasa por el forro de la impunidad sus incompatibilidades morales.
Me lo crucé por la calle en una ocasión y pensé «que tío mas mal encarado», algo así como Alatriste con traje y escolta. Al Pujalte también le vi en una ocasión tomando café en el Ritz, libre es de hacerlo con su dinero, me dio la impresión de que era asiduo y pensé que por que un político tiene que pasar sus horas de trabajo en un hotel de lujo en tiempos de crisis galopante. ¿No puede recibir en su despacho? Me lo tomé como un signo de la falta de valores que tiene esta gente.
En fin Carlos que el proceso jurídico que me imagino yo para este tipo de casos es más Torquemadiense, escenificado en la plaza mayor si pudiera ser.
Lo digo y me adelanto al comentario de muchos , «joder que tropa» , «manda huevos»
Gracias, Andoni. Aunque me refiero a todos los que viven y sufren lejos, realmente yo hoy me quería referir a los muchachos de Kenia, a los que les hemos hecho muy poco caso. O ninguno. Lo de los inmigrantes, que es un espanto diario, después de la muerte de estos 700 desdichados, al menos está recibiendo la atención de todos los países de Europa y ya están empezando a tomar medidas para luchar contra las mafias. Yo creo que van a poner un par de parches para quedar bien, pero al menos están haciendo el paripé. Lo de nuestros políticos viviendo aparentemente como si la crisis no fuera con ellos, es para mandarles a la mierda. Un abrazo.
Volviendo al tema de portada, me temo que los españoles tenemos más responsabilidades con los africanos de lo que pudiera parecer. El otro día vi en TVE un espeluznante reportaje sobre la situación en Guinea Ecuatorial. Desgraciadamente no me coge de sorpresa, tenía unos tíos trabajando allí con sus once chicos, que tuvieron que salir escopetados porque España debía descolonizar rápidamente ¡una provincia española! … para entregarla al negrero de Macías. Oír el testimonio de un hombre que, con resignación cristiana, comentaba semioculto los más de 2000 latigazos recibidos, y con suerte porque otros no han podido contarlo, pone los pelos de punta. Allí manda ahora Obiang, sobrino del negrero, «formado» en la Academia Militar de Zaragoza, y su tribu. A los españoles que puedan denunciar no los quiere ni en pintura.
Algo similar ocurrió con la huida del Sahara, donde tras la famosa Marcha Verde los marroquíes de Hassan II, el «hermano» del anterior monarca, han hecho un genocidio con los moritos que tuvieron la desgracia de quedarse.
Ahora mismo, el Papa está denunciando (y van…) el desastre del naufragio con cientos de emigrantes desaparecidos en el Mediterráneo. Sobre ello escucho resignado las chorradas que suelta el ministro Margallo (a la altura de Moran, Moratinos, Trini, etc, etc) para justificar la mínima o no intervención española.
Gracias, Tamaran. Le decía a Rafael que uno de los problemas de África es que tras esquilmarlos durante el colonialismo, les dejamos en manos de una colección muy curiosa de sátrapas a los que lo único que les importa es forrarse cada día un poco más. Y lo de los pobres que quieren venir y caen en manos de las mafias es tan triste y tan terrible, que no sé muy bien cómo se puede acabar con ello. Porque, para hacerlo, hay que contar con los sátrapas. Un abrazo
Cuanta razón, que metidito tenemos en el fondo del cerebro a aquel niño que apadrinabas en el colegio (el mío se llama o llamaba David) era un negrito que en la choza del poblado podría tener una libreta y un lápiz, podría comer gracias a ese dinero y, yo tenía un ahijado negro y todos tan felices.
Lo curioso es que me acuerdo a menudo de David ( bueno su foto, que repartían varias iguales, seguro) y pienso, que habrá sido de esa sonrisa tan blanca que siempre me ha fascinado en los negros. Y sí, yo el cuatro de abril reivindique en mi muro de facebook la poca atención y la distinción que se hace según a quién y dónde asesinen, diciendo: SON NEGROS, SON COMO NOSOTROS, sobre la fotografía de la masacre. Bien solo cuatro personas le dieron a «me gusta» no importa, mucha gente prefiere la fotografía de un amanecer en el mar, precioso. Aunque no creo que los negros que se están ahogando estos días entre Libia y Lampedusa se percaten de los maravillosos amaneceres cuando están en esas lides.
Hace relativamente poco se llegó a la conclusión científica, que los primeros homo sapiens que salieron de África eran negros, bien pues de ahí venimos, todos somos negros, todos somos blancos, aunque alguno se horrorice, aunque nos pille lejos, aunque tengamos miedo de no saber qué hacer con la que se nos viene encima. Pero como siempre digo, para algo pagamos a los políticos, para algo mantenemos las organizaciones europeas, etc….. Un fuerte abrazo Carlos.
Gracias, María. Ojalá esos políticos a los que pagamos tuvieran el talento para acabar con estas cosas. Pero para acabar con las mafias del tráfico de personas hay que tocarles las pelotas a las policías y a los gobiernos de esos países que son tan «estratégicos» para nosotros. estratégico significa: «Oye, haz lo que se te ponga en los mismísimos, pero que no se me alborote el rebaño». Y cuando el rebaño se alborota, o se te ahogan 700 desdichados, pues haces un par de cosillas para disimular hasta que se nos olvide. Si Mohamed VI, su gobierno y su policía quisieran las mafias del tráfico de personas que nos ocupan a nosotros se acababan mañana. Un abrazo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. tenemos que hacernos más conscientes del drama que están viviendo nuestros hermanos tan cercanos y tan próximos a nosotros como son los africanos. Además de buscar solución en Europa, tendríamos que ir más abajo y darles solución en sus propios paises. ¿Cómo? Sería estudiarlo mejor. Y poner todos de nuestra parte.
Te sobran algunas palabras, ¿podrías cambiarlas?mAunque te las entendemos muy bien aunque suenen mal.
Gracias. tía. Pues eso. Que es muy difícil ayudarles porque, para empezar, deberían cambiar la mayoría de sus gobiernos. Respecto a los tacos, ya sabes que, sin ellos, la Cabra no sería la misma… Un beso