NO PIDA TÉ, FRANCISCO

Espero que a Francisco no le den una tacita. Y que me disculpen los que creen a pies juntillas que Juan Pablo I murió como consecuencia de un infarto de miocardio. Confío en que al Papa Bergoglio no le suceda algo así. No sé cuánto hay de leyenda, pero distintos investigadores, historiadores y expertos en el Vaticano dan versiones diferentes sobre la causa de la muerte de Albino Luciani el día 28 de septiembre de 1978. Los hay que dicen que le inyectaron o le administraron una dosis mortal de un potente vasodilatador. Otros apuntan a que Juan Pablo I falleció como consecuencia de la ingesta de una taza de té o de café en la que alguien había echado algo más que un poco de azúcar. No lo sé, pero parece verosímil, teniendo en cuenta que el ánimo reformador de Juan Pablo I quería acabar con los privilegios y el enorme poder que en el Vaticano tenían determinados personajes y grupos de presión. Se habla de la mafia, de la Logia P2, de grupos ultraconservadores, del Instituto de Obras de Religión (el llamado Banco Vaticano), del Banco Ambrosiano…
Es un poco como el asesinato de Kennedy. Había tantos a los que Luciani estaba tocando las narices, que la supuesta tacita, en caso de existir, pudo venir desde diversos frentes. A Juan Pablo I le sustituyó Karol Wojtila, un Papa que, aunque lideró numerosas reformas, no pudo evitar que el Vaticano mantuviera un cierto olor a naftalina y a podrido que llegaba lejos. Y no sólo eso. Juan Pablo II fue un Papa muy vanguardista en algunos aspectos, pero enormemente regresivo en otros. Se rodeó de los movimientos del catolicismo más conservadores y durante su Papado ganaron una fuerza inusitada el Opus Dei, Los Legionarios de Cristo y Comunión y Liberación. Mientras, eran orilladas otras órdenes y congregaciones de un perfil más abierto como los Jesuitas. Durante años en Roma no se movía una silla sin que diera el plácet el Prelado del Opus Álvaro Portillo. Tres cuartos de lo mismo sucedió con los Legionarios de Cristo. Tuvieron que pasar años y decenas de denuncias para que el depravado Marcial Maciel fuera expulsado del paraíso por un Papa que lo defendió a muerte. Y durante años se taparon las vergüenzas de los curas pederastas consiguiendo, entre otras cosas, que haya acabado dando la sensación de que hay más curas pederastas que normales, cuando, gracias a Dios, los religiosos con esas mentes enfermas son una excepción dramática en un grupo de hombres y mujeres, en su mayoría, de conducta intachable y entregada a los demás. La cuestión es que, entre unas cosas y otras, durante años la imagen de la Iglesia Católica se fue tornando antipática, lejana y apolillada.
Digo todo esto porque, en estos días, el Papa Francisco ha publicado una “Exhortación Apostólica”. Es uno de los textos más claros, más positivos y más cargados del espíritu de Cristo de los que yo he leído procedentes del Vaticano. Nos pega un meneo a todos. A los creyentes y a los no creyentes. Francisco se convierte en una especie de olivarero dándole a los olivos con la vara cosa mala. Y se agradece el vareo.
Probablemente todos encontremos en el texto varias cosas con las que no estemos de acuerdo, pero creo que lo importante es el espíritu que nos transmite; la exigencia a los católicos de que seamos mejores. Nos pide alegría, claridad en el mensaje, tolerancia, alejarnos del consumismo y mirar a los que menos tienen; cercanía a los pobres y a los que sufren. Dice cosas como que “El Hijo de Dios, en su encarnación, nos invitó a la Revolución de la Ternura”. Olé. Y no piensen que es un texto cargado de buenismo. Da bofetones de esos que te dejan pensando y exige a sus obispos, a los sacerdotes y a los feligreses un compromiso con el verdadero mensaje de Cristo. Reclama a sus evangelizadores “cercanía, apertura al diálogo, paciencia, acogida cordial que no condena”. Y dice en las primeras páginas que “un evangelizador no debería tener permanentemente cara de funeral”. Y me pregunto si muchas de esas frases no las habrá escrito pensando, es un poner, en Monseñor Rouco Varela.
Pues eso. Que Francisco se ha decidido a mover las ramas del árbol y parece que se aproxima una Iglesia nueva. O la misma Iglesia, pero con un mensaje distinto y, para mí, mejor. Espero que esta exhortación que nos anima a vivir nuestra fe con alegría, con optimismo y acercándonos de verdad al mensaje radical de Cristo, no la saltemos como una comba, ni la interpretemos cada uno a nuestra manera, con el botepronto ese que utilizan los niños para entender los mensajes básicos de la religión. Confío que no nos acabe pasando como a un primo de mi mujer que, cuando tenía siete años, en plena Semana Santa, se acercó a su madre angustiadísimo y le dijo: “¡¡Mamaaaá!! ¿Te acuerdas del niño Jesús que nació en Navidades?” Su madre le contestó que obviamente sí se acordaba y el niño lleno de zozobra le dijo: “¡¡Pues ya lo han matao!!”
Quizás estaría bien, por ejemplo, que se leyera la exhortación el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, al que tengo por buen cristiano. Si la hubiese leído estoy seguro de que anoche no se habría gastado la millonada que debieron costar las miles de caretas y decenas de pancartas que se hicieron para engordar aún más el ego de un grandísimo jugador de fútbol que, precisamente, fíjate tú, se llama Cristiano.

27 comentarios en “NO PIDA TÉ, FRANCISCO

  1. Bien, tocayo, hoy has estado fino, y no destilas mucha acritud, ni siquiera hacia Florentino, se ve que te ha hecho efecto la lectura. Yo también estoy esperanzado, y a la vez cauto ante lo que se le puede venir encima.

    Abrazos.

    • Gracias tocayo. Lo de que no destila acritud espero que lo compartan mis numerosos amigos seguidores del Opus Dei y de los Legionarios de Cristo, que seguramente me darán alguna colleja por las referencias… Un abrazo.

  2. Carlos, desconocía tu faceta de experto Vaticanista.

    Me alegro de conocer a una persona a la que haya calado el mensaje del Papa. Debe ser que me muevo en un ambiente impregnado de Naftalina. Tenemos que quedar más para airearme.

    Tengo un gran aprecio por la labor de JPablo II (te quiere todo el mundo). Especialmente en su lucha por la libertad y su firmeza frente a los liberticidas y los que la interpretaban a su manera. En este último grupo, quizá podamos incluir a los orillados Jesuitas de los 80.

    Dicho esto, creo que JPII apoyó el Camino Neocatecumenal, al que no citas pero que conoció un gran crecimiento en el cambio de siglo.

    Por cierto, impresionante el malabarismo para zurrarle al ser superior y a su vicario en el campo a cuenta del documento papal . La culpa de todo es de Mourinho, que se cargo el señorío.

    Un abrazo

    • Gracias, Rafa. No sé si alegrarme de que me consideres un «experto vaticanista» porque intuyo retranca detrás del elogio… 😉 Como sabes, yo no soy experto en casi nada, como todos los periodistas, pero he leído, y mucho, sobre el Vaticano, me empapo prácticamente todas las encíclicas y textos de los papas y, desde luego, he disfrutado leyendo esta exhortación de Francisco I. Me sorprende que digas que soy la primera persona que conoces a la que le ha calado el mensaje del papa. Yo estoy rodeado de gente que tiene una ilusión nueva y decenas de personas que habían perdido la cercanía a la Iglesia, la están recuperando con el mensaje cordial y tolerante de Bergoglio. No sé qué interpretación a su manera de la libertad le atribuyes a los jesuitas. Y respecto a Camino Neocatecumenal, tienes razón, pero ya me parecía larga la enumeración con las 3 que he citado. Lo de Florentino es que estuve anoche en el bernabéu y, sinceramente, sentí tanta vergüenza ajena que me pareció que tenía que meterlo en la Cabra como fuera. Lo que Cristiano se llame así ha ayudado… Un abrazo y tomamos un café cuando quieras.

  3. !Sí señor¡, yo soy agnóstico pero subscribo lo que dices sobre el papa Francisco, me gusta hasta el nombre. Juan Pablo II venía del otro lado del telón y de él no se podía esperar un lenguaje actual, Razinger me ha sorprendido positivamente porque creo que él ha traído a este papa escandalizado ante esa curia casposa que debe haber en el Vaticano. A mí me gustaba Juan XXIII y éste me entusiasma, espero que acabe con lo peor que tiene esta iglesia que es ser Romana y la haga universal y cercana a la humanidad. Me encantó que dijera que la iglesia está obsesionada con el sexo, no exhibe el dogma como un arma arrojadiza como el jurásico Rouco. Este papa va a traer gente de vuelta a la religión si cumple las expectativas que ha creado no sólo entre los católicos sino también entre los que no lo somos.

    • Gracias, Rafael. Pues ahí estamos muchos esperando cosas buenas. Yo creo que ya ha hecho mucho y es cierto lo que dices de que mucha gente que había dado la espalda a la Iglesia, hoy están mirando con interés. Un abrazo.

  4. querido Carlos : Me ha encantado tu cabra, y suscribo todo lo que dices del Papa Francisco. Espero que «cale » a la gente y que este mensaje tan claro llegue a tanto «trasnochado» como tenemos en la iglesia, entre otros a nuestro cardenal Rouco.Pero tambien deseo que tanto anuncio de «calamidades» como pronostican no se cumplan y pueda hacer la labor que propone, y que es el auténtico evangelio,que nos acerquemos a los pobres,que ayudemos a los demás y que no seamos tan consumistas en un momento en el que tanta gente lo está pasando mal . Un abrazo

    • Gracias, Madre. A ver si aguanta y nos dura. Yo confío mucho en que haga cosas y en que siga removiéndonos las conciencias a los que nos consideramos católicos. Un beso.

  5. Carlos:
    Gracias, ante todo, por haberme facilitado el texto íntegro de la Exhortación. Me he leído la primera parte (ya no soy lo que era devorando libros, con eso de la mácula); pero me ha impresionado. Estoy muy acostumbrado al doble lenguaje tantas veces manejado por la Iglesia «oficial»; y, en particular, por Pablo VI, de quien se dice – y lo creo – que tuvo dos versiones totalmente contrapuestas de la Humanae Vitae. Y que ni él sabía por dónde iba.
    Sólo había leído reseñas periodísticas; algunas extensas y bien intencionadas, pero que me dejaron insatisfecho. El principio de la Exhortación es una maravilla. Puede que discrepe luego en algún punto de tipo dogmático; pero la intención del documento, el planteamiento general y su apasionada exposición son, de por sí, magnéticamente atractivos; y, de paso, le quita importancia a lo que diga en plan dogmático.
    El que te salga el madridismo por los poros es otra cosa que no tiene nada que ver; pero es otra señal de tu pasión por defender tus verdaderos sentimientos. Así le das un poco más viveza a tus cabritadas. Creo que algún periódico debería intentar ficharte como columnista. Claro que yo te preferiría en el Atlético.
    Gracias y un abrazo,

    • Gracias Padrino. Pues te has leído, desde mi punto de vista, la parte mejor y más reveladora de por dónde van a ir los tiros del nuevo Papa. La segunda mitad, para mí, baja algo el nivel aunque sigue siendo hasta la última línea una lectura muy interesante. Respecto a lo de mi madridismo a mí, como a muchos madridistas no de Madrid, me pasa que mi primer equipo es el Málaga, el segundo el Madrid y el tercero el Atleti. Aunque sé que eso no les gusta a muchos de mis amigos atléticos… Lo de que me fiche algún periódico como columnista, te agradezco la confianza y el cariño, pero no puedo decir exactamente que me lluevan las ofertas… 😉 Un abrazo.

  6. Collejas ninguna, querido amigo. Muy buena esta cabra, como todas las que escribes. Las palabras del Papa Francisco llaman ahora tanto la atención, como en su día la llamaron las de Juan Pablo II o las de Benedicto XVI. Cada Papa es de una manera y yo creo que el Espíritu Santo «sopla» en cada momento el carisma más adecuado a los cristianos de cada tiempo. El Papa sólo tiene un papel: ser el vicario de Jesucristo, que es quien fundó la Iglesia sobre la debilidad de Pedro el pescador y que -como todos somos débiles- me da igual quien sea el Papa, yo quiero a todos lo mismo.
    Lástima tu comentario equivocado sobre Álvaro del Portillo; no responde a la realidad ni de quién era Juan Pablo II ni de quién era Álvaro del Portillo. Para profundizar más en la figura de este gran sacerdote, recomiendo vivamente la lectura del libro (también en Google eBook) «Un hombre fiel», de Javier Medina.
    Abrazos.

    • Gracias, Pepitín. No te lo discuto, pero el Espíritu Santo llevaba soplando en una misma dirección de un conservadurismo intenso desde hace demasiados años, desde mi modo de ver. Yo no sé si te has leído la «Exhortación» de Francisco. Yo sí lo he hecho, como me leí numerosas encíclicas, cartas y demás textos de los anteriores Papas y sí creo que el mensaje es radicalmente distinto. Yo, al leer a Francisco, veo que hay unas claves de alegría (la frase de no evangelizar con cara de funeral parece dedicada a Rouco), tolerancia con el diferente y de comprensión de los que no opinan exactamente igual que tú, de tener un mensaje menos monolítico, de bajar a la calle desde el obispo hasta el último cura, que yo no he escuchado como la base del «programa de Papado» (si se puede decir así) ni a Juan Pablo II ni a Benedicto XVI. Y me hace gracia que describas como un «comentario equivocado» lo que digo respecto a que Álvaro Portillo mandaba mucho en el Vaticano. ¿Eso no es cierto? Es tan cierto como que el Padre Arrupe mandó mucho en una época anterior. Y me leeré el libro de Javier Medina. Sólo espero que no sea excesivamente hagiográfico; ese tipo de libros me dan cierta alergia… Un abrazo.

  7. Carlos: cada vez me sorprendes más. No te tenía entre mis intelectuales de cabecera, pero me quito el sombrero ante este artículo. De verdad que al principio he recelado un poco, pero luego…

    Por discrepar en algo, decirte que el mensaje de Juan Pablo II era muy necesario porque los años 60 fueron muy libertinos en la vida de la Iglesia. (Y de aquellos polvos, estos lodos que se han vivido en los 80 y 90…).

    Cada momento tiene su mensaje, y hoy más que nunca (con este capitalismo salvaje que vivimos) se hacía necesario el mensaje de Francisco.

    Enhorabuena de verdad. Un abrazo

    • Jajaja. Gracias, Gonzalo. ¡¡No hay como tener amigos!! Me ha encantado lo de «intelectuales de cabecera». Me alegro de que te guste el artículo y este Papa. A ver si va más allá del mensaje y pega el meneo que yo creo que le hace falta a todo esto. Un abrazo.

  8. Carlos enhorabuena por tu cabra.
    Llevo queriéndote dejar un comentario desde hace tiempo y hoy por fin me animo. Veo que pensamos exactamente en la misma dirección pero que tú lo cuentas todo mucho mejor :-)…además suscribo plenamente las palabras de Elisa, así que entiendo que de casta le viene al galgo.

    No creo como Gonzalo que los 60 fueron muy libertinos en la vida de la Iglesia, aunque es una época que no me tocó vivir y tampoco es que haya leído mucho sobre el tema, pero visto el legado, y el posicionamiento de Roma en muchos temas, se me hace difícil pensar en “libertinaje”.

    Lo que si creo es que los cristianos estamos de enhorabuena. Que él discurso de este Papa lleva consigo un soplo renovador y muy necesario al seno de la Iglesia y lo más importante; ese soplo parece que va a calar en muchos más de nosotros, que al final es lo más importante. Estamos hartos de escuchar y de incluso de decirnos a nosotros mismos que algo tiene que cambiar en la Iglesia, los museos vaticanos y compañías… pero donde creo que el cambio debe ser profundo es dentro de nosotros mismos. No puede ser como dice Francisco que la subida de dos puntos en la bolsa de turno sea noticia y la muerte por hambruna de un indigente pase desapercibida. Que si Jesucristo se dignara a darse una vuelta por estos lares nos iba a dar a todos con un palo, vamos! Y sinceramente a mi este Papa me pone las pilas más que ningún otro…

    No dejes de regalarnos tus cabras, también son muy necesarias!
    Abrazo.

    • Gracias Nano. está bien eso de llamarnos viejos a Gonzalo y a mí, aunque creo que Gonzalo es más de tu quinta que de la mía. Yo creo que la clave está no tanto en lo que pueda cambiar el papa sino en lo que pueda conseguir que hagamos entre todos para que verdaderamente el mundo mire más hacia los que menos tienen y, entre todos, hagamos un mundo más justo. Un abrazo.

    • Los años 60 fueron de revolución sexual, y en la Iglesia sentaron muy mal, porque se digirieron muy mal los pensamientos de la era moderna. De ahí empezaron los escándalos sexuales, los escarceos con el comunismo… En fin, que sí fueron años difíciles… porque el enemigo estaba dentro de la misma Iglesia.

  9. Hola Carlos!
    Me llamo Paco, vivo en Viena y, aunque no llegamos a coincidir, fuimos compañeros en San Sebastián de los Reyes. He llegado a tu blog (y ha sido una suerte) a través de un artículo a propósito de un tema que, dado donde vivo, no me interesa nada (lógicamente): si presentas o no Punto Pelota. Por lo que he visto, el artículo que me ha traido hasta aquí era de los más normales. Suerte y paciencia, esta vida es así.
    He estado hojeando tu blog y me parecen muy sensatas muchas de las cosas que dices y, siendo bloguero yo mismo, me he decidido a escribirte porque sé el gusto que da que te lo digan de vez en cuando.
    Particularmente, esta entrada me ha gustado mucho y estoy totalmente de acuerdo con ella. Creo que hay que reivindicar la alegría en estos tiempos tan necesitados de ella.
    Por cierto, lo que decía Martin Ferrand también se aplica a los lectores de blogs: se ganan de uno en uno. Hoy, has ganado este.
    Como dijo McArthur, volveré 🙂
    Un saludo,
    Paco

    • Gracias, Paco. Me alegro de que te sumes al cabrerismo. Un saludo y espero que estés disfrutando de Viena tanto como disfrutamos mi familia y yo en los 3 años que estuvimos viviendo en Ginebra.

  10. Carlos, la verdad es que me ha decepcionado bastante la entrada de este blog. Te deseo muchísima suerte en tu nuevo programa de Intereconomía puesto que te aprecio personalmente, pero me parece que te has metido en un charco del que, por supuesto que puedes opinar, pero del que no eres experto, no conoces bien y haces una serie de valoraciones demasiado mundanas, facilonas y no contrastadas. Te haces eco de lo rumores y dichos. Tu opinión sólo pueden traer confusión, rencillas y peleas absurdas. No unen, sino que separan.
    Te doy un consejo, con todo mi cariño, «zapatero a tus zapatos».
    Un saludo,

    • Gracias, Pedro. Te aseguro que no hablo de rumores ni dichos. Hay hasta tres investigaciones muy serias que dan diferentes versiones sobre las causas de la muerte de Juan Pablo I. Y mis opiniones no pretenden separar y generar rencillas. Son sólo opiniones. Un saludo.

  11. Estimado señor García:
    No me considero ni mejor cristiano que usted, simplemente, un cristiano que lucha. Dicho esto, su artículo me parece vulgar, muy vulgar, que podría haber sido escrito por cualquier persona, mucho menos formada e informada que usted, en esto del, digamos, «vaticanismo».
    Está muy de moda esto de decir que el Papa Francisco (no Francisco I, Carlos, Francisco; error de bulto número 1, no muy importante, pero hombre, si habla usted del Vaticano y del Papa, pues se espera que al menos sepa su nombre ¿no?) es bueno y que Juan Pablo II y Benedicto XVI eran muy malos. La verdad es que entiendo que intelectualmente no todo el mundo sea capaz de entender a Benedicto XVI, no pasa nada. Pero «criticar» a Juan Pablo II porque el Opus Dei, Los Legionarios de Cristo y Comunión y Liberación «ganaran una fuerza inusitada», mientras que «eran orilladas otras órdenes y congregaciones de un perfil más abierto como los Jesuitas» es, en primer lugar, mentir, en segundo lugar no tener ni idea de lo que sucedió y, en tercer lugar, demostrar que no sabe usted cómo estaba la Iglesia, y el mundo, en 1978. Ni en 1988. Está muy de moda (si usted lo que quiere es que le escriba gente de Opus Dei en este blog y lo hace por eso, bien, veo que no lo ha conseguido, pero oye, cada uno puede tener los intereses que quiera) decir eso, pero con todos mis respetos, no tiene ni idea. Y, adicionalmente, no sabe lo que es, o era, bueno para la Iglesia en ese momento.
    En definitiva, amigo Carlos, que me resulta ciertamente potativo su artículo, que podría haber escrito cualquier estudiante de primero de periodismo, que ha leído un par de artículos en prensa. No usted, teóricamente bien informado. Pero oiga, que si por Francisco usted se acerca más a la Iglesia, seguro que bienvenido. Eso sí, no contamine, con mala fe.
    Espero su respuesta, como al resto de comentarios.
    Atentamente.

  12. Gracias Miguel. Disculpe que tarde en contestarle, pero el artículo de ayer me ha impedido contestar a tiempo a otros comentarios. Lamento que le parezca que escribo como un estudiante o que piense que no me documento. Decir que durante el papado de Juan Pablo II el Opus tomó un poder muy relevante en Roma en perjuicio de los Jesuitas, ¿es mentira? A mí me parece que no y, al igual que a usted le parece que sí, como mucho puede que tengamos diferencias de criterio, pero no me diga que estoy poco documentado porque, primero usted no sabe lo que yo leo o dejo de leer, y yo podría pensar exactamente lo mismo de usted. En cualquier caso yo no hago mi blog para que nadie proteste, ni para molestar a nadie. Es un espacio de libertad en el que digo las cosas que pienso y en el que personas como usted pueden decir las que piensa. Y tan felices. Le agradezco, en cualquier caso la molestia que se ha tomado al leerme y al comentar. Un saludo y léase algún post más. Igual alguno le gusta. Y respecto a la cercanía de muchos a la Iglesia gracias a Francisco I, (que me parece obvia) no me incluya en el saco. Yo voy a misa todos los domingos con mi familia a una parroquia de los Sagrados Corazones cerca de casa desde hace muchos años.

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