UNIVERSO PARALELO

Quizás mi mujer, al leer esto, piense que me refiero a esas veces en las que tengo vacíos mentales. Esos momentos en los que me pongo a pensar en cosas que me entretienen y me puede caer al lado una granada de mano, que no me entero. Pero no. Estoy hablando de la sensación que deben tener esas personas que despiertan después de muchos años ausentes. Al regresar se encuentran un mundo que no reconocen. A mí me ocurre eso frecuentemente cuando veo los programas de televisión basados en famosos. Me da vergüenza reconocerlo porque soy productor de televisión y debería ver mucha más tele, pero en nuestra casa prácticamente lo único que vemos son series, películas y, para desgracia de mi mujer e hijas, partidos de fútbol y torneos de golf. No recuerdo la última vez que estuvimos todos juntos viendo algo que no fuera un capítulo de una serie o una peli. Por eso tenemos esa extraña sensación de que a nuestro alrededor suceden cosas que se nos escapan.
No sé si les pasa caer en una discusión de amigos en la que se habla de, es un poner, Toñi. Y tú preguntas, ¿Quién es Toñi? Pensando que hablan o de alguien muy amigo, o de ese tipo de famosos de los cuales diciendo el nombre o el apellido se sabe quiénes son; Íker (Casillas), Matías (Prats), Cela (Camilo José) o García (José Mª). De ninguna manera, oiga. Que preguntas por la Toñi y te dicen que es una tronista. Y yo, que tengo cierto hándicap auditivo, entiendo que la Toñi es cronista y digo que ya me choca no conocer a una cronista que sea tan buena como para hacerse célebre y pregunto que de qué hace crónicas. Y resulta que no es cronista, sino “tronista”. O sea, que se sienta en el trono, que no es el retrete, sino un espacio de un programa que se llama Mujeres Hombres y Viceversa. No sé muy bien cuál es la mecánica del programa, pero chicos y chicas de distinto pelaje se eligen entre ellos y muchos y muchas se han hecho celebérrimos. Pero vamos este MHYV es un ejemplo, porque otra fábrica de “celebrities” es el Gran Hermano y constantemente oyes: “Manolo de GH12”, como si fuese un título; o sea, Manolo, Doctor en Astrofísica. O los hermanos, padres, ex-novios y ex-novias y hasta sobrinos de famosos que llegan a la cúspide. Y la cúspide no es el reconocimiento por tus obras. La cúspide es que te hagan una entrevista-despellejamiento en el Sálvame o que vayas a que te puteen en taparrabos en una isla llena de mosquitos y amebas que desean entrar en tu intestino.
Digo esto porque el otro día leía una noticia sobre el comienzo de “Supervivientes 2014”, un programa en el que mandan a un lugar muy lejano a un grupo de famosos. Y leyendo el elenco, sólo era capaz de reconocer a 5 de ellos. Y, alguno, famoso de esos tipo Bibiana Fernández, que se han ganado su fama trabajando. Pero la mayoría es que no sabía de quién me estaban hablando; tronistas, famosillos de un programa llamado “un príncipe para Corinna” y diversos ex y familiares de otras celebridades, entre las que destacaba, para mi estupor, una sobrina de Aznar. Y lo malo es que en esa merdé en la que suena el nombre de un famoso porque acude su ex, su sobrino díscolo o su cuñado averiado, uno acaba formando parte de la isla, o de la playa o de la selva sin necesidad de ponerse el taparrabos. Así sucede que famosos que jamás acudirían al Sálvame o a un reality acaban manchados por los comentarios que sueltan aquellos que, por sangre o por una relación sentimental, un día pasaron por sus vidas. Y todo eso conduce a que se vaya formando la idea de que, al final, todos los famosos son iguales y vaya quedando un poso de falta de respeto hacia aquellos que han conseguido su celebridad, casi sin buscarla, sencillamente porque han sido los mejores en lo suyo. Porque yo he visto a esos periodistas de programas de despellejamiento humano hablar con la misma ligereza y falta de rigor de uno de estos tronistas, que de figuras cumbre del espectáculo, la cultura, el deporte o la tauromaquia. Y, al igual que no es lo mismo la Toñi que Matías Prats, no es lo mismo Víctor Janeiro, con todo mi respeto para el torero que fue, que Enrique Ponce.
Enrique sufrió anteayer en Valencia una cogida tremenda de la que salió vivo por auténtico milagro. Durante la tarde estuve siguiendo todas las informaciones que iban saliendo sobre la cornada y me entretuve en ir leyendo los comentarios de aquellos que tenían necesidad de decir algo. Y me resultó deprimente. Por supuesto había muchos que le deseaban una recuperación rápida, que hablaban de su valor y de su torería yéndose caminando a la enfermería con una cornada que le había partido medio pecho y una clavícula. Pero al lado de estos, en varios medios, había comentarios llenos de falta de respeto hacia un hombre que lleva 25 años siendo el mejor en lo suyo, que no ha entrado jamás en el juego del famoseo y que vive dedicado a su mujer y a sus niñas, a su familia, a su campo y a su profesión. Los comentarios negativos iban desde los anti-taurinos que defienden al animal pero se alegran de que sufra el torero, hasta los que trataban a Enrique como si fuera uno de esos que, por alcanzar su minuto de fama, son capaces de vender el amor de alguien de su familia o trepar en taparrabos a lo alto de la estatua de Colón.
Y, hombre, aceptando todas las opiniones, tendremos que convenir que no es lo mismo una cosa que la otra y que un señor como Enrique Ponce merece el respeto que yo le envío hoy, con un abrazo, desde mi universo paralelo.

16 comentarios en “UNIVERSO PARALELO

  1. En una ocasión acudió una vecina nuestra a un sálvame de esos. Quería aumentar su cotización mediática para que la admitieran en la isla porque, por lo visto, te sacas un pastón. Pero claro, has de tener «un nombre» para que te seleccionen. Así que ella, ni corta ni perezosa, acudió al despellejamiento aireando una intimidad. Resulta que hacía 10 años la mujer había tenido un affaire con un famoso. Mis hijas, fascinadas con nuestra vecina, me preguntaron por el famoso en cuestión, que lo era porque se había casado con una famosa. Siguieron preguntando. La famosa lo era por ser hija de una tonadillera famosa. Conclusión: La artista y la que dice que se acostó con el que se acostó con la hija de la que trabajó toda su vida, quedaron equiparados ante el share de la caca-cadena por excelencia. Y luego nos extrañamos de que en los cuestionarios de los colegios nuestros hijos ya no quieran ser toreros, médicos, bomberos ni estrellas del deporte o la canción. Quieren ser «famosos». Economía de esfuerzo, lógica aplastante oiga.

    • Gracias, Josesain. Ese es el problema, que resulta que se hace famosa la que ex amante DE el ex marido DE, que es la hija DE. Y la pobre tonadillera, Q.E.P.D. rodeada hasta su muerte de hermanos, cuñados/as, sobrinos/as todos chupando de la sopa boba. Respecto a lo de los chicos que quieren ser famosos, no es sorprendente. La tele casi nunca cuenta la parte de atrás de todo ese supuesto glamour. La cantidad de pseudofamosos que se vuelven tarumbas y dejan sus vidas arruinadas tras el paso fugaz por la fama. Un abrazo.

  2. Sigo de acuerdo contigo, tengo ganas de no estarlo para no seguir la corriente, que yo soy un poco doña contra (así me ha enseñado mi mujer). Yendo al tema de los pedorros (el castellano incluye los dos géneros) hay que reconocer que el fenómeno está bastante concentrado en Telecirco y eso se refleja en que su audiencia es menos urbana, menos joven, menos gente moderna. El o la pedorra de turno tiene como mérito principal haber fornicado con algún famoso alo que se añade la desvergüenza de contarlo con todos los detalles.
    Hablando de antitaurinos, te contaré que el otro día la mujer de un conocido me dijo que no le gustaban los cazadores. Ambos antis se parecen en que intentan convertirte, yo les digo que si no les gusta la caza que no vayan, que me dejen en paz y que intenten convencer a su madre si se deja. Yo seguiré cazando con mi perro andando mis 5 horitas para traerme un par de perdices porque lo llevo haciendo 54 años y porque me sale de no sé dónde. Mi padre tiene razón cuando dice que ahora los paletos viven en las ciudades, lo más duro que han visto es un filete envuelto en un plástico y así han salido.

    • Gracias, Rafael. A mí no me molestan los antitaurinos, lo que no entiendo es que para defender su postura algunos deseen la muerte y un largo sufrimiento al torero. Un abrazo y espero que la próxima cabra te dé motivos para ser «doña Contra»…;-)

  3. Totalmente de acuerdo contigo en todo salvo en esa diferencia que estableces entre el trono del programa de televisión (al que haces mención) y el retrete, la única diferencia es la vía de evacuación que en el segundo caso no es oral… Bueno no quiero ser mucho más explícito.

  4. Yo he visto bastante a Ponce, y sin ser poncista, le otorgo, si es que yo modestamente puedo hacerlo, una situación privilegiada en la tauromaquia. Su estética es primorosa, tanto que a veces lo hace tan fácil que oculta lo primordial: un conocimiento buenísimo de los terrenos y una torería absoluta. Tal vez no sea de los que más he visto cargar la suerte; pero sí que se ha cargado todo tipo de ganaderías a las que muchas figuras hoy no quieren ni ver. Y vamos, que me parece, por lo que transmite, que atesora valores importantes del toreo y del mundo que nos «gustaría vivir».. Espero que se recupere pronto y que lo veamos en Madrid.
    Respecto al otro tema, mi querido amigo, sólo he de decir que no los veo por la TV, porque me parece de jebos; pero lo malo es que son ya los periódicos los que se encargan de recordarnos que eso existe, por tanto ya no es sólo Telecinco, también es El País, el Mundo, ABC y hasta el Confidencial. Sólo espero que el filtro de la historia los ponga donde se merece porque siempre ha habido soplagaitas y jetas que han sobrevivido del cuento.

    • Gracias, Andrés. Ojalá le veamos en Madrid, pero tendrá que ser otro milagro que esté recuperado para dentro de 2 meses escasos, aunque a estos tíos les he visto hacer cosas que los humanos normales no somos capaces de hacer. Yo sí soy poncista y creo que no ha habido en la historia de la tauromaquia otro como él. Esa capacidad de entender a todos los toros, esa inteligencia que le permite estar bien con lo que le pongan por delante y rebozarse hasta con toros por los que no daba un duro en el primer tercio ni el ganadero… Y es que lleva haciendo eso casi 30 años entre su carrera como novillero y en sus años de matador. Respecto a los famosetes, no creo yo que les preocupe mucho el filtro de la historia, No? Un abrazo.

  5. Desde mi humilde contribución a reforzar a los famosos contratandoles para eventos, he procurado siempre que los nuestros sean profesionales de lo suyo, que hayan alcanzado la fama por trabajar y hacerlo bien y no por ser primos de o haberse acostado con alguien.
    Hace unos años se criticaba que los jóvenes quisieran ser Mario Conde y dar un buen pelotazo. El Sr. Conde, no hay que olvidarlo, era un profesional, que había sacado el nº 1 en su oposición, no precisamente fácil. Pues bien, ojalá los de ahora tuvieran a Mario Conde como referente y no a Belén Esteban! Siempre podemos ir a peor.

    • Gracias, Sylvirito. Pues eso te honra, porque los tronistas y demás pendejos están todo el día haciendo bolos a millón. Lo de que Belén Esteban sea un referente aspiracional, prefiero no creerlo, para no deprimirme. Un abrazo.

  6. Buen artículo Carlos!
    Enrique Ponce puede generar filias o fobias por el mero hecho de ser Matador de Toros, pero lo que nunca alcanzaré a comprender es el predicamento que pueden llegar a tener en el gran público estos «miembros del nuevo Sanedrín», que se amparan en la Libertad de Expresión y en algunos casos en el «Derecho a Informar y Presunción de Veracidad» que les otorga su licenciatura en Periodismo, y deciden quién es bueno y quién malo, quién merece halagos o quién es un hijo de puta…
    Si Ortega levantara la cabeza… la volvería a esconder… jajajaja

    • Gracias, Pablo. Lo malo es que yo llevo oyendo desde hace mucho tiempo que este tipo de programas y que este tipo de periodismo iba a durar poco y ya ves… Un abrazo.

  7. Espléndido, Carlos; pero lamento no poder concretar más acerca de los datos sobre programas reaylites (o como se diga) de la cadena de televisión que alguien bautizó como Tele Circo, sencillamente porque solo pasa fugazmente por el mando del televisor cuando en casa queremos cambiar de canal para ver una peli y no sabemos a ciencia cierta donde la dan. Es más, cuando por error o acaso puntual se detiene la imagen unos segundos en la citada cadena y aparece el sujeto de media barba que algunos colegas (sobre todo otros «sujetos» o «sujetas» que medran en su derredor) consideran «un profesional como la copa de un pino», me encocoro y prorrumpo el consabido grito de ¡¡horror!! Pero, fíjate, el mando me castiga: me puede la nerviosidad, me aturullo y la situación provoca que me tenga que tragar la indeseable imagen durante varios segundos. Probablemente, sea el castigo a mi intransigencia. Total, que como desconozco el tema de primera mano, no puedo incidir en la cuestión que tan certera como generosamente habéis compartido la cabra y tú con quienes tenemos el privilegio de leerte.
    Es una lástima que tu proverbial fina ironía y tu capacidad para expresar y comunicar las cosas que pasan no esté mejor explotada en los medios de comunicación; desde luego, al margen de los reaylites (o como se diga) del Tele Circo referido. Faltaría más.

    • Muchas gracias, Fernando. Jaja. Nosotros para evitar eso lo que hacemos es ver siempre la tele a través del disco duro. Vamos grabando cosas y nos hacemos nuestra propia programación, de manera que la posibilidad de caer en el programa de «media barba» es ínfima. El problema es que, como dice en su comentario Andrés, ya se encargan otros medios supuestamente serios de darnos cuenta de las andanzas de todos los seres humanos que habitan en estos programas… Un abrazo y gracias por pensar que lo que escribo vale la pena. Me hace especial ilusión viniendo de uno de los Grandes.

  8. Muy bueno tu artículo. Espero que Enrique Ponce se pueda recuperar para San Isidro, menudo revolcón le dió el toro. Del otro tema estoy completamente de acuerdo contigo, pero eso dice también qué nivel tiene este país, que se encandila tanto con esos programas basura. Así nos va y mientras ,personas como Belén Esteban Paquirrín y compañía,están encumbrados, sin más mérito que haberse acostado con fulano o mengana, profesionales como la copa de un pino, están a la espera de una oportunidad. Un abrazo

    • Gracias, Madre. Estos toreros sin capaces de recuperarse a ritmos no humanos. Ya veremos. Respecto a lo de los famosos por ser hijos-ex-sobrinos DE pues qué le vamos a hacer. Tenemos que convivir con ellos.
      Un beso.

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