PUES VENGA

No sé si a ustedes les pasa, pero a mí suele ponerme de bastante mala uva esa frase que se suelta con frecuencia ante las calamidades: “esto no es culpa de nadie”. Y en ocasiones es cierto; el infortunio, o vaya usted a saber qué, hace que sucedan cosas que nadie quiere. Pero, en general, a mí me parece que esa es una manera que tenemos de quitarnos la responsabilidad cuando uno ve que algo que ha pasado es culpa de uno mismo o de alguien a quien tiene afecto. “No es culpa de nadie»… y nos quedamos como mucho más tranquilos. Pero las cosas suelen ser casi siempre culpa de alguien. O de unos más que de otros.
El fin de semana pasado tuve una ardiente discusión con unos amigos sobre el tema de Cataluña. Yo decía, como pienso, que la culpa de lo que ocurre allí es, en parte, del histórico rosario de cesiones de los diferentes partidos nacionales que han pactado con CiU cuando no han tenido mayoría absoluta. También opino que una gran parte de esa culpa es del delirio en el que entró Artur Mas, cuando vio que se le escapaba el gobierno de la Generalitat y que había vientos desfavorables en los juzgados y en la enorme deuda que acumuló el gobierno autónomo durante años de dislates. Pero considero también que los catalanes que se sienten españoles tienen una parte importante de culpa por no haber plantado cara al desvarío. Y me preguntaban los amigos con los que discutía: «¿y qué tendrían que haber hecho?». Pues no sé, pero creo que durante años han sido condescendientes. Han mirado para otro lado. Han dejado hacer a los que han ido atropellando los derechos de los que querían educar a sus hijos en castellano, a los que soltaban el discurso único en TV3, a los que pronunciaban proclamas políticas lastimeras (Espanya ens roba) a las que nadie se oponía, o a los que colocaban en el Nou Camp pancartones diciendo “Catalonia is not Spain” sin que nadie dijera nada, no fuera a ser que les tacharan de fascistas. Ayer almorcé con una catalana que no quiere ni oír hablar de independencia y, cuando le planteé mi manera de verlo, me dijo que ellos siempre creyeron que nunca se iba a llegar tan lejos. Literalmente me confesó que aquello “se les había ido de las manos”.
También, como decía, han tenido su parte de culpa los diferentes gobiernos nacionales que han ido permitiendo que creciera la bestia hasta llegar a ese tamaño de oso grizzlie cruzado con elefante en el que se ha convertido aquello. ¿Y quién le pone el cascabel a este gato? Porque está Cataluña partida en dos. Y en España millones de personas piensan: «que les den». Y yo opino que, por mí, que se vayan. Pues venga; que se haga ese referéndum solo a los catalanes. Fíjense que estoy de acuerdo en pocas cosas con los de Podemos, pero en esta me pongo de su lado. Llegados a este punto, que decidan. Y, desde ahora hasta que se haga el referéndum, que los que se sienten españoles se mojen, de verdad y de una vez, y exijan a sus políticos y a sus conciudadanos que se acabe con esto si es que les parece tan absurdo. Y, si gana el sí a la independencia, que se vayan de España. Ahora, si gana el no, que se callen de una vez. Porque a mí esto del nacionalismo me parece una paletada cósmica, teniendo en cuenta el siglo en el que estamos y que somos la UE. Si gana la Independencia, yo seguiré yendo a Barcelona, comprando los productos catalanes que me gustan y acogiendo a los catalanes que vengan a mi ciudad como unos europeos a los que siempre tendré un afecto especial, desde luego diferente del que tengo a franceses, italianos o alemanes.
Es cierto que el estado actual es profundamente democrático y que la Constitución fue aprobada por todos. Hay muchas voces desde Cataluña y desde la extrema izquierda pidiendo deslegitimar a la Constitución y a nuestro Rey como herederos de la Dictadura o como algo que se votó hace mucho, que menuda gilipollez. Se votó hace menos de 40 años y tanto la Constitución como el Rey se ganaron el derecho a ser considerados absolutamente democráticos. Pero también es cierto que entre unos y otros hemos dejado que Cataluña se asome a este vacío delirante. Y creo que la fuerza de las democracias está en ser capaces de superar embates como este. Lleguemos a un acuerdo. Dejemos que voten y, pase lo que pase, que se acabe este absurdo ya. Pero pongamos condiciones. Establezcamos un porcentaje a partir del cual sea razonable la concesión de la independencia y marquemos unos plazos. Si se vota hoy y gana el no a la Independencia, convengamos que no se vuelva a abrir este melón hasta dentro de 30 años, por lo menos. Y pactemos el tipo de educación y el modelo de convivencia que va a haber si los catalanes deciden quedarse en España, para que no se revise esto cada vez que a un líder nacionalista se le hinche la vena catalanista y quiera ser el George Washington del Maresme.
En fin. Sé que no me van a hacer ni caso y que habrá muchos de ustedes que piensen que estoy en un tremendo error, pero estoy convencido de que, llegados a este punto, hay pocas vías de escape porque Cataluña está partida por la mitad. Que claro, bien pensado, eso de estar partido por la mitad, es muy español. Lo digo por lo de la Ley de Memoria Histórica. Anteayer me emocioné leyendo la historia de una mujer de 90 años que, gracias a una jueza Argentina, ha conseguido que le dejen exhumar el cuerpo de su padre fusilado por la justicia franquista en Guadalajara. Manda cojones. Hemos sido incapaces de aplicar esta Ley sin sacar lo peor de nosotros mismos. Pero eso, amigos, será otra Cabra.

37 comentarios en “PUES VENGA

  1. Querido Carlos:

    Primero un comentario sobre la última parte de tu artículo: Amparo Mendieta, que así se llama la anciana de la que hablas, debería ser objeto del Monumento Nacional a la Concordia, Tolerancia, Respeto y unas cuantas cosas más. He seguido su historia y jamás he visto en ella un ápice de resentimiento, victimismo o deseos de venganza. Todos y algunos más que otros, deberíamos aprender de ella, que a sus 90 años ha visto cumplido el sueño que su hermana no pudo ver. Toda mi admiración hacia esta valiente mujer.

    Y en cuanto al tema de Cataluña: absolutamente de acuerdo. Y una cosa más: si se hiciera un referéndum y éste fuera vinculante, ya veríamos cuántos votarían a favor de la independencia. Los cuatro mal informados por TV3 y demás medios sectarios.
    Eso sí, seguro que has abierto la caja de los truenos. Buena suerte

    • Gracias, Carmen. Esto de la Memoria Histórica para mí lo que hace es dar aún más valor a los que lograron ponerse de acuerdo en la Transición. Somos especialistas en cagarla cíclicamente y la Ley, su aplicación y el encono con el que unos la defendieron y otros la criticaron han conducido al absurdo de que esta pobre señora haya tenido que ir a Argentina para exhumar a su padre. En fin. Y lo de Cataluña, sé que no es fácil,. pero estamos en un momento del partido en el que no veo otra salida más que esa. Con condiciones, pero que voten de una vez. Un abrazo

  2. Querido Carlos: La propia solución que propones invalida tu propuesta. Quien nos garantiza que -rotas las reglas de juego que nos hemos dado y que están recogidas en la Constitución-, una vez perdido este referéndum no te planteen otro dentro de 1,2 o10 años. El problema es muy simple: En un Estado de Derecho se aplica la Ley o se cambia por los procedimientos que la propia Ley dispone. A la Ley desde la Ley y a través de la Ley. No hay más. Si queremos un referéndum y cambiar la titularidad de la Soberanía, o lo hacemos a través del mecanismo de la Constitución, o nos estamos haciendo trampas al solitario y, una vez abierta esa puerta, simplemente la LEGITIMIDAD deja de existir.

    • Gracias, Luis. Yo creo que el problema, grave, es que estos no reconocen la Constitución y que hay millones de catalanes que sienten diferente a nosotros y que no creen que, ni nuestro Rey, ni nuestras leyes les representen ni sean legítimos. Yo no digo que tengan razón. Lo que digo es que, llegados a este punto, pactemos. Si ese pacto lo hacen las fuerzas parlamentarias de la Nación, es democrático y legal. Hagamos un gran pacto. Pongamos unas condiciones que aprobemos todos y tiremos para adelante. A mí no se me caen los anillos porque Cataluña deje de ser España. Me puede dar impresión y cierta pena, que se me quita en cuanto me acuerdo de que estamos en la UE y que la mayoría de las cosas que se hacen, se hacen ordenadas por las instituciones europeas y que para mí ir a Cataluña, si sucede que se van, será como ir a Italia. Un lugar en el que me encuentro muy a gusto. Un abrazo

  3. No estoy conforme contigo, Carlos. Estoy hasta el cogote (y ahí no me queda ni un pelo) de que los catalanes se adueñen de todo. Cuando se planteaban las bases de la Constitución, en charlas que manteníamos en el despacho de D. José María Gil Robles bajo la «discreta» vigilancia de algún «gris» que anotaba los asistentes, ya discrepé de que se concediera trato de favor a los catalanes. Mis dotes oratorias son lastimosas, pero tenía razón. El trato preferente a vascos y catalanes no ha llevado a nada, más que a la injusticia. Cataluña, con mucha ayuda económica y política de PP y PSOE, ha robado a Aragón muchos tesoros artísticos; se ha arrogado el falsificar con el nombre de «países catalanes» todo lo que fueron Reino de Aragón, desde la parte francesa del norte de los Pirineos hasta Nápoles o Grecia y, desde luego, Valencia.
    Tu tesis es «que les den». La mía, no. He tenido muy pocos cargos en la vida: a lo más alto que he llegado es a presidente de mi comunidad de vecinos. Pero, aún en tan triste cargo, he creído que las decisiones de la Comunidad se tienen que tomar por mayoría, no por un vecino o por los del piso cuarto. Que les den…lo justo; y yo no, que me dan asco.

    • Gracias, Alejandro. Me alegro de que haya debate. Yo creo que ese punto en el que era posible arreglar esto de manera más o menos normal, se nos pasó hace mucho tiempo. Estamos de acuerdo en que el origen de todo esto está en una Constitución fallida, unos estatutos desequilibrados y unos políticos más que mejorables (el campeonato de mejoramiento se lo llevó ZP con su «se aprobará el Estatut que diga el Parlament», pero tampoco han estado mal las reverencias de González y Aznar al «ex-Honorable» Pujol). Si en el Parlamento español se llega a un acuerdo de todos los representantes democráticos, ese acuerdo será legal y democrático. Y, una vez que voten, que se haga lo que diga la mayoría que se establezca. Si para cambiar determinadas leyes hay que tener 2/3 del Parlamento, para algo como la Independencia, debería exigirse una mayoría análoga. Pero, más allá de si todo esto es o no posible, yo, realmente, lo que exijo es que los catalanes que se sienten españoles se mojen de una vez. Que dejen ese cómodo limbo en el que han estado. Quitando a Rivera y a unos cuantos del PP, han hecho todos un silencio otorgante que ha conducido a los que más gritaban tener la sensación de que tenían razón y de que TODO EL PUEBLO CATALÁN estaba con ellos. Si se hiciera ese acuerdo y el posterior referéndum tendrían una ocasión de oro para dejarse ver. Un abrazo

  4. Querido Carlos :Siento no estar de acuerdo contigo en que haya un referéndum y si sale que sí , que se vayan. Es verdad que los catalanes que no quieren la independencia no se han pronunciado en contra «convenientemente, pero que se conviertan en una Républica y se vayan de España me parece un disparate.Estoy segura que si eso llegara a pasar, sería malo para todos sobre todo para ellos .Un abrazo

    • Gracias, madre. De eso se trata, de que no siempre estéis de acuerdo conmigo, que sería un rollo. A mí lo que me parece un disparate es que hayamos permitido que las cosas lleguen a donde están hoy. Ya aquí puestos, creo que hay que buscar una salida y lo que yo propongo, puede ser una. Un beso.

    • Gracias, tío. No creas. Yo quiero ser tertuliano y columnista, pero de mayor. Cuando ya sea un abuelete, que me inviten. Que nos vamos a reír. Un abrazo.

  5. Yo creo que el tiempo del referéndum ha pasado. Ya no están en ello. Directamente aspiran a la independencia . Eso sí: el 48/100 de los catalanes . Una barbaridad pero minoritaria y de ideologías distintas y hasta opuestas.
    La sociedad tiene que estar partida en dos. Supongo que vosotros como yo no os atrevéis a hablar de esto con vuestros amigos catalanes , pero yo creo que lo único que puede frenarlos es el vértigo de no ir a ninguna parte.
    Y desde luego cambiar la forma de relacionarse. Más diálogo, reforma constitucional o yo qué sé…
    Lo que no creo posible es cambiar el raca-raca de los nacionalistas . Son insaciables , por definición. Mira Quebec, Escocia y lo que quieras . Si siguen en ¿1717? No les podremos dar nunca lo que pedían entonces.
    Y cada X años volverán a exigir independiencia sin aceptar una vinculación definitiva y total con España bajo ninguna condición
    Que es todo muy difícil….

    • Gracias, Maite. Yo opino como tú. Sé que son insaciables, pero en Escocia, tras perder el referéndum, ha dejado de ser el centro del debate político lo de la Independencia y saben que, hasta dentro de unos años, no se podrá volver a plantear esto. Yo creo que con Cataluña ha faltado cintura por ambas partes y, sobre todo, ha sobrado delirium tremens de Mas. Porque Junqueras y todos los demás son Independentistas y republicanos de serie. Pero Mas, como CiU, era un nacionalista moderado que lo que quería era más pasta y, por supuesto, su 3%. Hasta que se le fue la pinza. Claro que es todo muy difícil, pero de lo que tú propones; ¿diálogo para qué?. ¿Sobre qué hablamos? ¿Qué reforma de la Constitución va a acabar con el raca-raca? Yo creo que es mejor dejarles que hablen y dejar, sobre todo, a esos catalanes que no quieren la Independencia, que reclamen su sitio y que pidan quedarse en España con la misma fuerza con la que pidieron el derecho a decidir los de aquella manifa impresionante de hace un año y pico. Allí hay un problema bestial que no se arregla con lo que hemos estado haciendo hasta ahora, claramente. La mía es una propuesta. No será la mejor, pero es una. Y es la mía. Que otros propongan algo concreto. Pero que hagan algo. Un abrazo

  6. Totalmente de acuerdo contigo en todo. Como casi siempre que te leo, por otra parte. Me parece que es la única solución a esta situación enconada en la que nos encontramos. Y también es en lo único que coincido con Podemos. Ventana de sensatez es esta cabra…

    • Gracias, Isabel. Me alegro de que te parezca sensata, porque a muchos hoy les ha parecido que la Cabra estaba más loca que nunca, Yo, como he dicho ya a varios, realmente lo que quiero es mover las conciencias de los catalanes que se sienten españoles, que han estado adormecidos y creo que deben despertar y decirles a los otros que ellos NO quieren una Cataluña independiente. En el momento en el que estos delirantes vean que no pueden circular con sus delirios como Pedro por su casa, quizás cambiarán las cosas.

  7. Querida Cabra…..Yo me he pasado años defendiendo lo que dices tú en la cabra. Sin embargo, en este momento tengo dudas. Cuando la gentecon la que hay que negociar no respeta ni las leyes ni el marco legal vigente, ¿que te hace pensar que respetará el resultado del referendum? Yo tengo serias dudas de que se pueda a llegar a pactar algo serio con ellos…… Por que, si se llega a pactar…..de que van a vivir???

    • Gracias, Alfonso. Yo creo que, si ese pacto se hace bien, con todas las fuerzas políticas en la mesa, no tendrían esa «legitimidad» que hoy se atribuyen para tumbar los pactos que condujeron a la Constitución del 78. Yo también tengo serias dudas de que sea posible un pacto, pero lo intentaría. Y, yo, en el fondo, lo que estoy es intentando despertar a los catalanes que se sienten españoles. Mi Cabra no pide tanto un referéndum (pidiéndolo), sino una ocasión para que los catalanes que no quieren ser independientes, se mojen, llenen las plazas, hagan manifas en las que digan que ellos no quieren irse. Porque mucho de lo que pasa es culpa de su adocenamiento e inacción. No sé quizás es fácil decirlo, pero, si yo, viviendo en Cataluña, sintiera tan diferente a la corriente más invasiva, te garantizo que estaría siendo absolutamente activo en mi reclamación. Que se manifiesten, que se sienten, que pacten. Y si hace falta, que voten. Con condiciones tanto de numero mínimo de votos como de aceptación posterior de lo que pase. Sé que es difícil que pase, pero es una idea. Un abrazo

  8. No estoy de acuerdo contigo Carlos , pero haciendo ejercicio de política ficción. Hagamos el referendum en los Paisos Catalans, al completo , en todas las provincias que lo componen según el delirio separatista.
    Salgamos de la trampa en la que estamos. Primero votamos en Cataluña , ya si nos sale bien luego en unos años vamos a por Valencia y las Baleares. No hombre nooo ( que diría Ozores) no nos dejemos engañar.
    Si se está reclamando unos derechos históricos de unos territorios se vota en esos territorios, en todos. Y sale que si , que no puede salir en Valencia y Baleares, pactamos también antes las reglas del juego. El derecho a la independencia de Cataluña de Araneses y otras poblaciones que deseen ser independientes o Españolas. Eso lo firmo mañana mismo…. pero a que entonces ya no les gustaría asumir la decisión popular ?

    • Gracias, Andoni. Claro que es absurdo. Y que pueden acabar pidiendo la independencia hasta los alevines del Calasancio de Murcia. Pero yo creo que llegado el punto en el que estamos, nos queda poco por hacer. Si no se hace algo, vamos a seguir con este enquistamiento y con una fractura social que ha hecho que en muchas familias en esta Navidad hubiera gente que se levantó cabreada al hablar del tema. O familias en las que se obvió el asunto para no acabar a grito pelado. Eso es lo que han conseguido Mas y sus secuaces. Pero lo han conseguido también todos esos catalanes que se sienten españoles y a los que (quitando a Rivera y los suyos, al PP y a 3 ó 4 del PSOE dependiendo de como les pillara el día) no se les ha oído decir ni mu. Yo más que un referéndum (que lo pido) lo que reclamo es que estos catalanes anti-independencia se mojen de una puñetera vez. Y prefiero correr el riesgo de que acaben diciendo que se van. Un abrazo.

  9. No soy experto en derecho constitucional, pero supongamos que hubiera un referéndum (evidentemente en contra de la constitución) y ganasen los separatistas. Estaría dispuesto el nuevo estado catalán de ceder el derecho de referéndum a cualquier parte de este nuevo estado? Para que algunos ayuntamientos con mayoría CUP consiguen la independencia absoluta?
    Otros votarían volver formar parte de España y Europa? Los miembros de La Federación de Entidades Taurinas Catalanas harían lo que fuera para volver de disfrutar de algo que forma parte de su cultura. Y que pasaría con el Consejo Regulador de Cava? Que dirían los socios del Barca? En un estado de 7,5 millones de habitantes (económicamente no en el mejor momento de su historia), le resultará difícil a este Club, de generar los ingresos necesarios para seguir pagando los sueldos de la MSN; asique Messi y Neymar al Madrid y Suarez para el Atleti. Las posibilidades del referéndum son infinitas.

    Cachondeo aparte, España (o cualquier democracia) no es un club de golf en el uno solo o un grupo entra o sale como le de la gana. Si no te gusta España lárgate adonde quieras, pero no obligues a nadie de seguirte. Yo he venido desde fuera y a mi me encanta y considero España mi país.

    • Gracias, Ralph. Ya les contestaba a Andoni y a Alfonso un poco lo mismo que a ti. Claro que es de cachondeo. Pero estamos donde estamos y eso sí que no tiene ninguna gracia. Claro que yo preferiría que no se hubiera permitido la deriva suicida de Mas. Puedes leer como 5 ó 6 Cabras en las que yo hablaba de un tobogán lleno de aceite que conducía al precipicio y de este personaje tan triste para nuestra historia. Creo que lo que dices del club de golf (que es rematadamente cierto) valía hace unos meses. Hoy, con la sociedad catalana partida en dos hay que hacer algo. No sé qué. Pero algo. Y a mí me parece que dejar que voten no es malo. Y fíjate, creo que es más importante dar la oportunidad de que se mojen los que se sienten españoles que otra cosa. Creo que estaban dormidos y deben despertarse. Un referéndum de este estilo con condiciones claras y duras, podría servir. Otra cosa es que lo acepten; pero 2/3 (o el porcentaje que se establezca) de los votos afirmativos para que puedan irse (una decisión como esa no se puede tomar simplemente con la mitad más uno). Aceptación del resultado y compromiso de no poder volver a hacer un referéndum en 30 años. Aceptación también de unas reglas del juego lógicas para la convivencia si sale el NO… En fin… Que sé que es complicado, pero es una idea. Y me alegro de que sientas que España es tu país. Eso dice mucho de España y de ti. Un abrazo

  10. Estimado Carlos: me sorprende tu idea; no puedo estar de acuerdo. Al que no le guste, que se marche; el estado de derecho es el que tenemos, y no se pueden hacer excepciones, además, considero un error hacer una excepción con el referéndum, por que estos no acatan las leyes, y por mucho que se pactara, seguirían dando el tostón, como si de una pila Duracel se tratara. Sólo hay que ver lo que han intentando con nuestro Rey, Felipe VI ha estado por encima de ellos. Afortunadamente.

    • Gracias, Jorge. Estamos de acuerdo, pero claramente no he conseguido lo que pretendía. Yo sí creo que el referéndum puede ser una solución y,a demás, una solución perfectamente legal si todos los partidos se ponen de acuerdo para que se haga en las condiciones que he comentado. Pero a lo que iba mi Cabra era a despertar a los catalanes que no quieren la independencia y que yo creo que son en gran parte culpables de este dislate, por omisión, por silencio cómplice y por reírles las gracias a todos estos tan majos de la independencia, el Espanya en Roba y el Catalonia is not Spain. Claramente no he conseguido explicarme bien, porque todos os quedáis con la petición de referéndum, que comprendo que cabree porque se cisca en la Constitución, pero es que creo que, estando donde estamos, no le veo muchas otras salidas… Un abrazo

  11. Querido,
    Ya conoces mis condiciones para el referéndum, mi quid pro quo. Referendum vinculante a cambio de modificación en la Constitución que ponga en manos del pueblo español directamente y no a través de sus representantes parlamentarios (o sea, vía referendum), la admisión de cualquier país nuevo a cualquiera de las organizaciones supranacionales a las que España pertenece. O sea, la UE, la OTAN, la FIFA,el COI, etc. Que si nos rechazan, los españoles de este lado del Ebro tengamos la posibilidad de corresponder el «cariño». For ever.

    • Gracias, Martínez. No sé si esa modificación de nuestra Constitución iba a servir mucho para algo que, en su mayoría, va a depender de las instituciones europeas, pero estamos de acuerdo. Si se quieren ir, que se vayan con todas las consecuencias. Lo que pasa es que siguen viviendo en la ensoñación esa de la Promise Land que les ha vendido este buhonero comerciante de elixires que es Artur Mas. El más fracasado político de la historia de Cataluña, que quiere pasar a la historia como el Washington del Maresme. Un abrazo.

  12. Querido Carlos, has logrado que esta cabra consiga hacerme salir de mi confortable retiro montañés. Y es que el asunto que en ella tratas me duele. Hasta el punto de abandonar, siquiera por un momento, mi natural poltronería. Yo, como tantos otros, como tú seguro, lucho continuamente por no caer en la trampa que nos tienden los nacionalistas, cuya pretensión es fomentar el odio contra todos los catalanes y su propio victimismo, porque, como bien dice Jon Juaristi, la estrategia global del abertzalismo es victimista… Nunca olvidaré las palabras proféticas de Stefan Zweig en el prólogo a su maravillosa obra El mundo de ayer: … he visto nacer y expandirse ante mis propios ojos las grandes ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania, el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea. Y en esas estamos. Pero no, yo no los odio. Conmigo no lo han conseguido. Ni odio a los catalanes ni tan siquiera a los nacionalistas, que como mucho me producen una especie de melancolía, seguramente contagiado por la que ellos destilan continuamente en sus ensoñaciones. ¡Cómo voy a odiar a esa tierra maravillosa! A mí me gusta Cataluña. Yo, que a pesar de ser un viejo pasiego, soy madrileño de raíces castellanas, tengo tres hijos por cuyas venas corre sangre asturiana porque mi mujer es de Oviedo. Y la mayoría de españoles tenemos sangre de muchas regiones y no te digo en Madrid o en la misma Barcelona. A mí, te decía, me encanta Cataluña, me gustan su lengua (¡qué suerte tienen de poder hablar dos lenguas tan bonitas desde que nacen!), sus tradiciones, su cultura, sus paisajes, sus gentes, sus buenas gentes……. porque es parte de mi España. Lo mismo que Galicia, el País Vasco, Asturias, Castilla, Andalucía…. Cada una con sus costumbres, su lengua o sus giros idiomáticos. ¡Qué riqueza de país! Y todos los hombres de todas estas tierras han contribuido a formar una gran y vieja nación como es España. Las glorias de Cataluña son glorias mías, como las glorias de los vascos, de los valencianos…… y sus penas son mis penas. No entiendo qué razones pueden llevar a algunos españoles (porque lo son, por más que les pese) a renegar de todo lo que sus padres, sus abuelos, sus antepasados han hecho por España. Parece como si no fuera con ellos, como si España fuera un invento de Madrid. ¿Pero no llamaban los francos a lo que hoy es Cataluña la Marca Hispánica? No, no la llamaban la Marca Franca ni la Marca Provenzal y mucho menos la Marca Catalana. España se formó con la aportación de todos sus pueblos, que se dieron como idioma común el castellano, como hoy en día tenemos el inglés para entendernos con otros pueblos. Ya sé que no te digo nada que no sepas. Permíteme el desahogo.
    Y me duele, como a ti, que una panda de descerebrados nos tengan a todos en vilo. Al mencionar a Stefan Zweig me he acordado de la Alemania de los años treinta y de cómo un pueblo desarrollado como el alemán fue capaz de llevar al poder mediante los votos a unos alucinados que le precipitaron en esa especie de pozo negro, como lo definía una colega tuya catalana, nada nacionalista, con la que me carteé hace unas semanas.
    Y sí, estoy de acuerdo contigo en lo del referéndum, soy un demócrata convencido. Sólo discrepo en un punto: yo quiero votar también. Con todos los españoles. No me resigno a que me quiten un trozo querido de mi país. Yo tengo derecho a opinar sobre lo que pase en Cataluña aunque no haya nacido allí, como ellos tienen derecho a opinar sobre Madrid o todos los españoles sobre lo que ocurre en España. Una España sin Cataluña no podría llamarse España, sería otra cosa.
    No quiero entretenerte más. Gracias por tus palabras Carlos. Aunque entre pocas veces al trapo, sabes que tienes en mí a un seguidor incondicional, a un viejo pasiego, a un español que canta canciones de Lluis Llach (aunque pueda estar en las antípodas ideológicas sé reconocer la belleza que encierran sus letras y su música) o de Joan Manuel Serrat y que alguna vez ha leído en catalán (no lo hablo en la intimidad como otros, pero me esfuerzo en entenderlo).
    Un fuerte abrazo.

    • Gracias, Viejo Pasiego. Si a mí me pasa igual, pero yo, sinceramente, en este mundo globalizado, en esta UE en la que la mayoría de las decisiones importantes se toman fuera, en este mundo en el que yo me siento un ciudadano del Universo, que andemos con la Independencia de un país que no llega a diez millones de habitantes, sería para descojonarse, si no fuera tan tan triste. El problema es que hay millones de personas que han comprado ese discurso delirante y que Cataluña está literalmente partida por la mitad. Y no hay pegamento para eso, salvo sentarse e intentar buscar una solución imaginativa. Yo no digo que la mía sea la mejor idea. Pero es una. Un abrazo y a ver cuándo cantamos juntos alguna del Llach, que a mí me parece que se equivoca al juntarse con algunos indeseables para pedir la independencia, pero a este no se le puede decir que haya llegado a ese sentimiento hace dos días… Un abrazo.

  13. Querida cabrá, no debemos tirarnos al monte a ver qué hay.
    Un Estado como el nuestro no ha conocido mejor sistema que el Constitucional.
    Por ello creo que se puede hacer unas reformas en la misma y establecer en qué condiciones se puede realizar una elección Independiente de una Comunidad, dando opción a todos los que integramos el Estado.
    Esto no se reduce a los Catalanes, sino a todos los Españoles.
    Por esa regla que apunta la Cabra podríamos tener dos o tres Comunidades de vecinos en el mismo edificio.
    Consenso para todo y cumplimiento de la Legalidad que se haya acordado.
    Cabra – baja del monte.

    • Gracias, Antonio. Estamos de acuerdo, pero ¿qué hacemos? Porque lo que es impepinable es que hay que hacer algo. En cualquier caso yo, más que lo del referéndum, que lo pido, lo que reclamo es que los catalanes no independentistas digan de una puñetera vez NO a este desvarío. Pero eso me parece que, como mi propuesta del referéndum, tampoco va a ocurrir. Un abrazo y ya veré si bajo del monte, que esta muy revuelto el valle…

  14. Querido Carlos, ¨en teoría¨ puedo estar de acuerdo contigo, pero en la práctica, tú solución tiene los siguientes obstáculos, que habría que salvar uno tras otro:
    1.- Para llegar al referéndum de autodeterminación (solo Cataluña), habría que pasar por un cambio de la Constitución española con mayoría reforzada (2/3) en Congreso y Senado. 2/3 poniéndose de acuerdo en TODO lo que haya que cambiar!!!!
    2.- Suponiendo que se pusieran de acuerdo en 1.- para que la Constitución incluya el derecho a la autodeterminación (¿de todas las autonomías?, ¿y los vascos?), se tendrían que poner de acuerdo sobre la pregunta del referéndum y, sobre todo, de lo que llamas ¨el gran pacto¨ para aceptar el resultado, y el tiempo en no volverlo a tocar….
    3.- En el hipotético caso que, con un mínimo porcentaje de probabilidades, se pasen los obstáculos 1.- y 2-, queda lo más difícil, EL CÓMO. Se agotarían los 30 años que propones ¨sin abrir el melón¨ sin ponerse de acuerdo en los miles de detalles de una imposible escisión. Te digo solo uno de ellos: cómo se reparte la deuda pública.

    Así que te propongo otra idea más divertida y más probable. Nos vamos tú y yo a Valderrama a jugar 18 hoyos desde barras de profesional, yo me hago 68 y tú, que eres mucho más bueno, 66. Un abrazo fuerte. Me encanta tu CABRA

    • Gracias, Querido Ignacio. Jaja. Acepto tu propuesta de Valderrama, aunque me temo que el 66 sólo será posible si es a 9 hoyos. Claro que sé que es casi imposible. Pero creo que el enquistamiento en el que nos hemos metido requiere de soluciones diferentes. Yo creo que merecería la pena intentarlo y buscar maneras distintas de sortear el obstáculo. En cualquier caso yo lo que pretendo con esta Cabra, más que lo del referéndum, es que haya una ocasión para que los catalanes que no quieren la independencia se mojen de una puñetera vez y dejen ese cómodo (o quizás incómodo) silencio en el que llevan desde hace tantos años. Un abrazo.

  15. No estoy de acuerdo..No quiero más referendum. Y que los catalanes sigan siendo españoles, normales, no «república»

  16. Carlos

    He pasado por muchas fases desde hace muchos lustros, incluyendo aquellos tiempos en los que pensaba, «en el caso del problema vasco no aplica a Cataluña, ellos son mucho más serenos y pragmáticos».

    Desde hace unos años, duermo con una catalana de izquierdas, a la que la independencia le produce psoriasis alérgica; a pesar de lo cual, si bien mi tendencia es «que decidan ellos y allá se lo monten», hay que pensar en el 49%, 50%, 51%, ….. 57% que no quieren, de manera alguna, la independencia.

    Si encontrásemos la fórmula en la que «Polonia» encontrase su sitio, y no fuese una satisfacción a los sinvergüenzas de la política, estaría conforme con la típica soplagaitez del «estado federal», el «estado libre asociado» o el «estado mediopensionista»…. Vamos, que no sean España, pero que lo sean… O algo así.

    • Gracias, Javier. Yo pienso en ese porcentaje de catalanes. Por supuesto. De hecho, esta Cabra va dedicada a ellos. Aunque visto cómo comentáis la mayoría, claramente no he conseguido mi propósito. Yo, más que el hecho de que se haga ese referéndum, lo que quiero es que esos catalanes que se sienten españoles, que no quieren la independencia, se mojen de una puñetera vez. Creo que han estado en un limbo cómodo, dejando hacer a estos, no fuera a ser que les llamaran fachas de mierda, o españolistas, pensando, como pensabas tú, que el seny iba a impedir que aquello se acercara al precipicio. Y hoy, el seny se ha ido de gran parte de la clase política catalana. Desde luego se ha ido de CiU (realmente ha sido CiU la que se ha ido). Y esta pérdida de pinza ha hecho que un burgués, un facha de toda la vida como Artur Mas, esté cogido de la mano con gente de extrema izquierda para conseguir la independencia. Yo, sinceramente, creo que ha llegado el momento de que esos catalanes que no quieren la independencia digan NO. Y creo que la mejor manera de obligarles a hacerlo es que se permita ese referéndum. Con unas condiciones duras, pero que se permita. Oye y si al final deciden irse, pues qué le vamos a hacer. Lo de buscar una fórmula para que encuentren su sitio yo creo que es imposible a estas alturas, porque estaríamos igual dentro de 3 años. O menos. Un abrazo.

  17. Hola, Carlos:
    te escribo este correo para intentar debatir, siempre desde el respeto, determinadas afirmaciones contenidas en tu escrito:
    1.Cuando hablas de cesiones a los nacionalistas, simplemente te refieres a clausulas introducidas en los artículos 150.1 y 150.2 de la Constitución para ampliar las competencias de las Comunidades Autónomas.
    2.La inmersión lingüísitica no es un ningún sistema maléfico aprobado con el propósito de descastellanizar a los niños catalanes, sino el medio más eficaz para conseguir garantizar una sociedad bilingüe. No he conocido a ningún compañero de clase que suspendiese ninguna asignatura por culpa de que se diese en catalán.
    3. El no independentismo en Cataluña abarca desde los partidarios al derecho a decidir, pasando por el federalismo hasta llegar al jacobinismo más radical; por tanto, es imposible ver juntos a quienes tienen una visión tan opuesta sobre España.
    4. Si bien TV3 se ha convertido en un televisión cada vez más parcial, y más inclinada hacia el independentismo, creo que sería conveniente señalar que el resto de televisiones públicas, y las privadas, tampoco han sido un ejemplo de respeto hacia la pluridad de ideas.
    5.Cuando habláis sobre los catalanes, también sería necesario ponerse en su lugar y pensar si puede ser que tengan razón en alguno de los motivos para quejarse; te pongo varios ejemplos: los cercanías y los trenes de media distancia funcionan fatal, casi cada día acumulan incidencias que perjudican la vida cotidiana de millones de usuarios y el Estado en lugar de invertir en mejorar esta red ferroviaria se obstina en invertir en líneas de AVE sin pasajeros, o también la falta de inversión en el Corredor mediterráneo de trenes de mercancias, infrastructura básica para el levante español, y que permitiría a Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucia dar un salto cualitativo.
    Con todo esto solo quiero expresar un punto de vista un poco distinto al que normalmente aparece en determinados medios de comunicación donde sólo se busca una visión monolítica de un tema, y no la existencia de matices.
    Y, a nivel personal, Carlos, gracias por aquella mítica coletilla de Impacto total: y aunque parezca mentira, sobrevivió.

    • Gracias, Jofre. Por supuesto que de eso se trata en este blog, de discrepar y de comentar cada uno lo que le dé la gana con el mismo respeto que tú muestras. Sé que es un tema complicadísimo, en el que tenemos que ponernos todos en el lugar de los otros. Pero yo tengo la sensación de que todo es cuestión de una sucesión de anormalidades, que provienen de la gran anormalidad que fue la dictadura. En el 78 se hicieron muchas cosas bien, pero en la Constitución se metieron cosas que yo creo que han conducido a la situación en la que hoy nos encontramos. Cierto que los que nos han gobernado han ayudado al caos, pero la base era ya un lío. Por ejemplo, hay una anormalidad muy curiosa; el único país del mundo en el que el español no se llama así es, precisamente, en España, que lo llamamos castellano. Y ya se pueden poner como quieran los padres de la patria, pero el castellano es un acento. El catalán es un idioma, pero el castellano es, como el andaluz, un acento del español. Y más anormalidades, como la de ceder la educación a las 17 autonomías, que es una locura de la que vienen muchos de estos lodos. O el absurdo de hacer una ley electoral que otorga un poder desequilibrante a las minorías nacionalistas para la gobernación del Estado. Todas esas anormalidades y algunas más son las que nos han conducido al lugar en el que estamos hoy. Yo claro que respeto los sentimientos de los demás y, en serio, no dejaré de tener a los catalanes un afecto especial en el caso de que se declare la independencia, pero estoy seguro de que todo lo que está pasando es un desastre que se tendría que haber empezado a remediar hace décadas. Hoy, creo que es demasiado tarde. Un abrazo y, efectivamente, aunque sea increíble, la mayoría de aquellos pobres que salían en Impacto, sobrevivían. 😉

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