BÉSAME, TONTA

Vaya. Ahora que lo veo escrito con negrita y al tamaño 20, me da que alguno y, sobre todo, alguna puede malinterpretarme.

No estoy pidiendo a ninguna moza de limitado intelecto que me bese. Parafraseando al gran Gurruchaga, voy a meterme en un jardín del que puedo salir trasquilado porque con esto del feminismo, como con tantas otras cosas, uno siempre se queda corto o se pasa de frenada. Con las feministas sucede como con los que nos informan del cambio climático. En ocasiones son tan histéricos, tan extemporáneos y tan desaforados que pierden credibilidad. Y claro, eso da alimento a los radicales del sentido contrario que descalifican cualquier mensaje que llegue desde el feminismo o el ecologismo aunque esté cargado de razón. Ha pasado con la decisión de una vuelta ciclista de Australia de eliminar a las azafatas que dan el patético besito a los ganadores de etapa en las competiciones ciclistas.

Aquí les copio un tweet que publiqué hace unos meses. Mi hija Macarena, que entonces tenía 14 años, estaba conmigo viendo una noticia sobre el Giro de Italia en el Telediario. Cuando llegó el momento de la entrega de premios y el ósculo de las azafatas al ganador, dijo: “Cómo me cabrea esto; ¿Por qué no ponen a 2 tíos a darle el besito?”. Yo publiqué aquel tweet y provoqué una interesante polémica entre mis amigos y seguidores.

La decisión de quitar a las azafatas mollares y hacer una entrega normal y corriente sin besitos ni poses ridículas, lógicamente, ha abierto un debate y los organizadores de varias vueltas han anunciado que ellos no piensan seguir la corriente australiana. Decía anteayer el Director de Unipublic, la empresa que organiza la Vuelta, que en España jamás se da a las azafatas un trato denigrante y que se respeta su dignidad. Hombre, sí; nadie les toca el culo, ni se las pone con transparencias agarradas a una barra de Night Club con cara de guarrillas. Pero a mí me parece denigrante que dos chicas besen, a la vez, a un tío sudado por el hecho de que haya ganado una etapa. Es una imagen que tenemos metida ahí con cemento. Pero pensemos un momento en cualquiera de nuestros trabajos. ¿Podrían imaginar a un directivo que acaba una presentación exitosa y, al finalizar, las dos tías más atractivas de la oficina, vestidas apretás y con poca ropa, le dieran dos besos entre gestos coquetos y mostrando un inusitado interés por yacer junto al susodicho? ¿O a mí mismo si, presentando un programa, al terminar, se me acercaran Susanna Griso y Ana Blanco embutidas en shorts y camisetas ajustadas y me plantaran  un beso en cada mejilla con cara de querer más guerra que Benny Hill en un vestuario femenino? Ridículo ¿verdad? Pues es lo que pasa cada día en cada etapa de cada vuelta ciclista, o en cada combate de boxeo, con la merdellonada* de las chorbas esas mostrando el numero del asalto que va a comenzar. O con las mozas de las carreras de coches y motos…

No estoy diciendo con esto que no se contrate a jóvenes bien parecidos para tener una buena presencia ante quienes acuden a un congreso o participan en una competición deportiva. O que se contrate a camareros y camareras por su físico. Lo que me parece patético es que esos papeles obliguen a la mujer a adoptar un rol de sumisa geisha a disposición del superhombre que acaba de ganar una etapa. Hecho este que le provoca a la moza tal baile hormonal, y tan rendida admiración, que la azafata no puede reprimir darle un beso.

Muchos hoy tienen la coartada de que también lo hacen con azafatos hombres cuando hay competiciones femeninas. Pero eso es una gilipollez. Los tíos no hemos sido tratados como carne o como una mercancía que debe tener buena pinta durante siglos y no tenemos ninguna necesidad de que nadie nos demuestre que no somos una “cosa”. Las mujeres llevan décadas luchando por quitarse de encima clichés que hacen mucho daño y que han convertido a la mujer en objeto. Y no sólo eso; aún las niñas de hoy sienten que deben buscar un ideal de belleza que hace sufrir, cada día, a millones de mujeres que se ven, constantemente, gordas o no lo suficientemente guapas. Y podemos pensar que esto es una tontada sin importancia o hacer algo y, de verdad, decir en voz alta que lo que es ridículo, lo que nos acerca a la categoría de gilipollas, es que sigamos utilizando al sexo femenino de esta manera.

Las mujeres hoy deberían levantarse contra esto, contra las dietas chorras y contra la moda de la talla 38, aunque, sorprendentemente, he leído en estos días a algunas señoras defendiendo la presencia de las azafatas al final de las etapas ciclistas. Quizás con respecto a la comida, muchas deberían aprender de mi tía Amelia. Era una hermana de mi abuela que enviudó muy joven y nunca volvió a casarse. Era una mujer muy peculiar y adorable para los niños porque siempre llevaba el monedero lleno de pesetas para repartir entre sus sobrinos nietos. Poco antes de que perdiera la cabeza, empezó a tener algunos problemas con la tensión y el médico le puso un régimen sin sales, grasas, fritos, ni harinas. Hoy estas cosas están muy sabidas, pero en el año 76 era una novedad y mi tía Amelia no tenía muy claro el concepto. En una celebración familiar comenzó a hincharse de picar choricito por aquí, jamón por allá, sus picos, un poquito de tortilla. Hasta que alguien se dio cuenta y le gritó todo indignado: «Pero tía Amelia, si estás a régimen». Y ella, con esa seguridad que dan los años y la experiencia, contestó rotunda y con su grasia andalusa: «Pero si yo mi réhimen ya me lo he comío!!» Como dando por hecho que su régimen consistía en comer obligatoriamente la dieta señalada y, a partir de ahí, ya ponerse púa* si fuera necesario.

*Merdellonada: Acto realizado por un merdellón que, en Málaga, es una persona ordinaria y muy hortera.

*Ponerse púo o púa: En Málaga, comer hasta hartarse, ponerse como el Quico.

15 comentarios en “BÉSAME, TONTA

  1. Va a llover mucho hasta que las mujeres dejen de ser utilizadas como decoración. Entre otras cosas, porque ellas deberían ser mucho más beligerantes con este tema. No deja de sorprenderme la actitud de muchas de ellas cuando sale el tema del vestido de la Pedroche y se lanzan «pues a mí me parece fenomenal, que se ponga lo que quiera, si quiere y le gusta». Lo dicho, que falta mucho, un par de generaciones por lo menos.Tal vez la sociedad de las hijas de tu hija ya lo gestione mejor, pero no lo disfrutaremos.

    • Gracias, Josesain. Es sorprendente, pero ayer leí a varias mujeres destacadas diciendo que no tenía sentido quitar a esas azafatas. Yo confío en que nuestras hijas vean un mundo diferente y menos bobo. Un abrazo

  2. Pues ánimo y que eduquen a sus hijas para ese maravilloso rol de dar besos a sudado de turno con cara de nada me hace más feliz en el mundo, yo mientras prefiero que mis hijas estudien y vean mundo, y besen a uno limpito y elegido por ellas, si puede ser, con valores, principios y poquito machista.No entiendo que haya mujeres que no se indignen ante estas cosas. Lamentablemente hay muchas madres que ayudan a perpetuarlo.
    No sabes cómo te agradezco esta cabra!!6

    • Gracias, a ti Ana por leer y comentar. Es cierto que, en ocasiones, sois las propias mujeres las que ayudáis a que se mantengan estas tontadas. Efectivamente espero que nuestras hijas no tengan que darle tantas vueltas a cosas tan obvias como estas. Un abrazo.

  3. Hola Carlos , vuelvo a leer tus post ahora que tengo algo más de tiempo.
    La verdad es que estas sensibilidades sobre si salen dos chicas o dos chicos me parecen xxxxx de lo políticamente correcto. Cuando el deporte se convierte en espectáculo se rodea de colores chillones, grandes actos y chicos y chicas jóvenes guapas según la audiencia a quien vaya destinada, nada más.
    No he visto a ninguna mujer quejándose por que aparezcan hombre fornidos con cara apolínea y torso desnudo anunciando colonias, como no vi a nadie quejándose del chico de la cocacola limpiando ventanas, que mira que daba juego para criticar.
    Ya veo a los boxeadores o luchadores de MMA cubiertos hasta los tobillos para no herir susceptibilidades, los que pasen el cartel de los round serán de alguna asociación que se supone discriminada por esta cruel sociedad y que necesitan reconocimiento. El voley femenino lo prohibimos por que no se puede jugar con ropa cerrada a pleno sol en la arena. Series como los vigilantes de la playa las quemamos ya mismo por que representan un esterotipo del profesional que puede resultar denigrante. En las barras de las discotecas habrá que obligar por ley que que junto al chico/chica guapa se ponga un gordito, un bajito , uno feo según la proporción en la que esté representados en la sociedad.
    Confundimos cambio con modernez y mejora y no tiene por que ser necesariamente así, el sexo mueve el mundo desde que es mundo, ya sean chicas guapas o monjes con hábitos los que den besos al ganador.

    • Gracias, Andoni. Aquí no se trata de utilizar cuerpos bellos para anunciar cosas, que también. Yo de lo que hablo es de cosas que, desde mi punto de vista, claman al cielo. Y el hecho de que dos chicas tengan que besar a un tío poniendo cara de que el tío les gusta por el hecho de que ha ganado una etapa, me parece que es denigrante. Y no me puedes comparar a un modelo masculino con una modelo femenina porque creo que los tíos no tenemos la presión que tienen las mujeres en el tema de la gordura. Todas las mujeres que tengo alrededor (TODAS) sufren porque no se ven guapas, porque siempre consideran que están gordas. Y eso es porque llevamos siglos considerando que las tías deben responder a unos cánones determinados. Y eso no nos pasa a los hombres, por mucho que salga el de la coca cola poniendo cachondas a siete tías en una oficina. Y, cuando veas a un monje o a un azafato darle un beso a un ganador de etapa de una vuelta, avisa, para no perderme la foto. Un abrazo

  4. Hola, Charles.

    A mí me sorprende (desagradablemente) la existencia y el éxito de las revistas «de mujeres». Esas que, por 2,5 euros tienen las recetas in-fa-li-bles de cómo ser la madre perfecta, cómo ser la amante perfecta, cómo adelgazar sin esfuerzo, cómo ser tan guapa como Inés Sastre. cómo decorar la casa con 20 euros, etc, etc, etc.
    Estas malditas revistas, que las mujeres (como grupo, no individualmente) consumen compulsivamente, son las causantes de una terrible frustración en no pocas mujeres.
    Y me sorprende cómo no hay un levantamiento popular en contra de esa basura.
    Llevo años pensandolo, y no me lo explico…

  5. Yo tengo que pasarme muchas horas a la semana viendo la emisora que prefieren los enfermos que me rodean (estoy en dialización). Y, puesto que la emisora se elige por mayoría, tengo que cascarme horas interminables de chismorreo femenino con cotilleo y estúpidas agarradas. Comprendo tu indignación hacia las revistas «para mujeres»…pero una de mis hermanas, culta como para leer de corrido a Platón o a Cicerón, me dijo que los temas que tratan tales revistas son cuestión de «cultura general».

    Mientras la gente prefiera Telecinco y las salas de espera de médicos tengan sólo revistas de tal calado intelectual, no hay nada que hacer. A pedalear y…a lo mejor, te dan un beso: más no sacarás en limpio.

  6. Hola Carlos, partiendo de la base que las primeras machistas durante muchísimas generaciones hemos sido las mujeres, educando de distinta forma niño/a, no me extraña que todo siga igual. Estamos acostumbrados, el rol de cada uno. Estoy tan en contra del machísimo como del feminismo, no me gustan nada los ismos. Mal está que unas chicas estupendas en minifalda besen al ciclista, saquen los carteles en boxeo, etc… pero lo peor es que muchos lo ven normal, igual de normal que un ejecutivo aproveche su puesto para menospreciar a una mujer cuando él cree que esta piropeándola, (y eso que me encantan los piropos, especialmente los de los obreros de la construcción, que suelen ser bien graciosos) pero cuando el hombre o la sociedad se crece ante el físico de una mujer y no ante su
    inteligencia, su comportamiento, su talento….. en el siglo XXI, mal vamos.
    Ahora se quejan las Agencias, llevadas normalmente por mujeres; pero claro que puede haber azafatas en congresos, en sorteos, en deportes…bien monas y bien preparadas igual que azafatos, que como decía tu hija no besan al deportista, pero que niña tan lista tienes.
    Las feministas radicales poco favor hacen a las mujeres, también utilizan su cuerpo desnudo como las femen.
    El quid de la cuestión es educar, los hombres y las mujeres somos distintos pero podemos hacer las mismas cosas y si nos educan con lógica igualdad, todo será mejor para las futuras generaciones.
    Un abrazo Carlos.

  7. Chif:

    No puedo estar más de acuerdo contigo. Llevo años comentándolo. Es dramático.
    ¿Los unipublics de turno no son conscientes de que no puede ser? Además de la estampa, que tiene tela, seguro que a muchos de los «empodiados» les da hasta apuro -y que les besen en sus caras sudadas, como dices-, como nos pasaría a muchos.
    Ni estupendas ni menos estupendas ni mediopensionistas; que no lo hagan o que no les dejen.

    Abrazo,

    J.

    • Gracias, Mac, y perdona el retraso en contestar. Pues eso; imagina a cualquiera de nuestras niñas haciendo eso. Yo es que me cabreo de pensarlo. Y no digo que pase nada, sino que me parece una imagen tan triste y tan patética, que no me gustaría que una de ellas formara parte de eso. Ellas, azafatas de palco taurino, como mucho… 😉 Abrazo

  8. ¿Y a mi que me parece que hay tambien cierta envidieja en estos comentarios? Es algo asi como lo que se dice de Donald Trump & Family vs Osama (o la Clinton) & la suya…

    En todo caso no creo que sea bueno generalizar. En este pais del cotilleo (ahora sobre el enesimo amor de su Emerita Majestad por decir algo suave) no es justo tildar a las azafatas de «putones berbeneros». En lo que yo se de primera mano, mi sobrina no es que sea guapa, es lo siguiente: metro ochenta mas tacones, estudiante de medicina, pretendientes para aburrir. El poco tiempo libre que tiene lo emplea para ganar un dinerillo como azafata, pues no es exactamente una «hija de papa». En cualquier caso, cuando entrega un ramo de flores con la mejor de sus sonrisas al corredor que apenas le llega a la cintura no esta pensando en un «beso en cada mejilla con cara de querer más guerra que Benny Hill», no precisamente mihijo.

    • Gracias, Tamaran, y perdona el retraso en contestarte. No digo que las muchachas que hacen eso sean putones. Digo que las que participan en las etapas de las vueltas ciclistas tienen que besar en la mejilla al ganador por obligación. Y a mí eso, aparte de parecerme patético, como padre, me cabrearía tremendamente. Creo que son restos de una época pasada en la que la mujer era ganado y no le veo ningún sentido. Y lógicamente mi hija la mayor, que ya es mayor de edad, puede hacer lo que quiera, pero si algún día me pregunta, le aconsejaré que trabaje de azafata en algún sitio en el que ella no forme parte de un espectáculo tan triste como el de la fotito del beso. Yo contrato frecuentemente azafatas y les digo que si alguien las pone en una situación levemente incómoda que nos avisen porque, aunque te parezca mentira, sigue habiendo muchos tíos que creen que la azafata es una especie de señorita de compañía y les dicen inconveniencias muy desagradables. En el hecho de que siga habiendo tíos que sienten y actúan así yo creo que influye que siga habiendo cosas decimonónicas o vigesimónicas (palabro que me acabo de inventar) como el besito de las vueltas ciclistas. Un abrazo

  9. Soy aficionado al ciclismo y la solución para no radicalizar a los y a las, es que al final de la etapa de la ciudad o pueblo, igual que se eligen damas o damos de la fiesta del pueblo, se eligiera por sorteo para evitar chanchullos políticos u otros, a las o los voluntarios para la foto del corredor, indistintamente del físico u inteligencia del voluntario, y asi evitar esos casting durísimos por los que pasan esas chicas elegidos seguramente por expertos hombres , al fin y al cabo es un acontecimiento en el pueblo, que a veces pasa de vez en cuando, conclusión sorteo libre, gastos de pasear a unas chicas por España 0 y sus dietas, pero seguramente algunao alguno con intereses comerciales dira que no que la constumbre es asi, por eso la Inquisición duro tantos años y la mujer no voto hasta hace menos de 100 años

    • Gracias, Tomás, y perdona el retraso en contestarte. Yo creo que da igual el origen de los mzoos y mozas. A mí lo que me parece patético es que en e trabajo se incluya la rendición de la hembra ante el macho alfa. Que es algo que daría risa si no fuera muy triste. Yo en estas cosas siempre pienso en que fuera una de mis hijas. Hombre, es cierto que hay cosas peores, pero me tocaría profundamente las pelotas que alguna de ellas acabara en un pódium besando la mejilla de un panoli que ha ganado una carrera. Un abrazo

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