LA SIEMBRA

He leído que fue un guantazo, un manotazo, una bofetada, hasta, literalmente, en El País, que un joven fue detenido por “tirarle las gafas a Rajoy de un fuerte golpe en la cara”. Vaya; cada uno puede buscar en su libro de estilo, pero, para mí, lo que pasó anoche en Pontevedra fue que un jovencito (un menor con responsabilidad penal atenuada, según nuestras leyes) cobardemente, desde atrás le arreó a un señor mayor un puñetazo, un mandoble, un “crochet” de izquierda, vamos; lo que viene siendo una hostia como un pan de pueblo. Lo que pasa es que ese señor mayor se llama Mariano Rajoy y es, de momento, el Presidente del Gobierno de España y el candidato a ese mismo cargo por el Partido Popular.
Y, en estas horas, he leído mucho acerca del asunto; artículos, editoriales condenatorios, declaraciones indignadas de todos los líderes políticos. Pero no he visto entre la tropa política ni un solo acto de “contricción”, que diría un tertuliano de Sálvame, que debe ser como una contrición, pero mu apretá. Porque yo creo que lo que sucedió ayer, que el muchacho que hizo lo de ayer, es hijo de muchos padres. Tengo la sensación de que nuestros políticos han pensado durante mucho tiempo que todo es gratis. Que se puede hacer de todo, porque la gente es como de corcho. Que se puede establecer un cinturón sanitario en torno a un partido como si fuera la peor ultraderecha, como se hizo durante años con el PP, con un lenguaje que pone a huevo que sucedan cosas como la de anoche. Este mozo pontevedrés es hijo de ese lenguaje bolchevique que utilizaban hace meses los que hoy son candidatos al Congreso por Podemos. Esos discursos del 15-M llenos de odio hacia los políticos tradicionales. Esas convocatorias a rodear el Congreso. Esas reclamaciones del regreso de las guillotinas. Esos escraches siempre a personalidades de la derecha del país. Esos asaltos a las capillas…
Lo que pasa es que este mozo es también hijo de Bárcenas, y de las obras del PP pagadas en negro y de las indemnizaciones en diferido de Cospedal y de la Gurtel y de los Eres y de Urdangarín… Nada es gratis. Aunque nuestros políticos juegan a favor con el hecho cierto de que somos un pueblo majo, blandos, adocenados, que sólo nos alteramos ante afrentas inaceptables como que eliminen a nuestro equipo injustamente de una competición. Ellos piensan que pueden hacer todas estas cosas que he citado sin que pase algo. Hasta que pasa. Gracias a Dios lo de ayer fue sencillamente un susto. Imagino que Rajoy habrá pasado la noche muy dolorido y hoy estará que parecerá el Ecce Homo que restauró, en Borja, Cecilia Giménez, aquella pobre señora que se hizo famosísima. Pero podría haber sido peor. Y lo tremendo es que ha habido algunos que le han jaleado y estoy seguro que, entre los de los escraches, los asaltos a capillas y demás valientes de la revolución soviética, habrá muchos que anoche brindaron porque, por fin, alguien le dio su merecido a ese fascista. Es que manda huevos. El otro día hablaba con una amiga muy del PSOE que me decía, con preocupación, que en el PP habita la peor extrema derecha del país. Comentaba yo con ella mi pesadumbre terrible por el auge de la ultraderecha en Francia. Que parece que no agobia en exceso en Europa. Y ella me dijo que aquí la ultraderecha está en el Partido Popular. Y no se lo discuto; puede que voten al PP muchos que, si hubiera en España una Le Pen, le darían su apoyo. Pero esa letanía acaba haciendo pensar, entre la izquierda, que el PP es un partido menos legítimo que los demás. Y no entiendo que no amplíen esa preocupación al hecho obvio de que en España la ultraizquierda va a conseguir en torno a 60 diputados en el Congreso. Porque, dando por hecho que IU va a desaparecer del cuadro, en sustitución de la coalición de Cayo Lara, entran estos muchachos que hace un año pedían a gritos la instauración en España de una República Bolivariana y ponerle el candado a la Constitución del 78. Es cierto que Pablo Iglesias está demostrando que es más inteligente, por ejemplo, que Pedro Sánchez que se equivocó en las formas diciéndole en el Cara a Cara a Rajoy que no era un político decente. Y tenía razón en el fondo; no puede seguir en el gobierno alguien que permite o que no se entera de que su Tesorero se ha forrado de manera colosal y que, cuando se descubre la tostada, le manda el famoso “Sé fuerte, Luis”. Pero si abres el melón de la indecencia, hay que rematar, Sánchez no supo hacerlo y Rajoy se le escapó llamándole de todo y regañándole como si fuera su padre, en vez de su contrincante. Iglesias, en cambio, sí se ha dado cuenta de que las formas son importantes y aquel bolchevique gritón que promovía un leninismo amable, hoy parece un cura de barrio obrero de los 60; un tío súper enrollao que pide que haya paz en los debates, que va repartiendo tolerancia y que fue el más indignado anoche con el muchachito pontevedrés. Quizás porque sabe que muchos van a identificar al agresor con esa izquierda que él representaba, hasta que vio la luz de la socialdemocracia.
En fin. Que yo creo que lo de la agresión de Pontevedra es un síntoma de que hace falta un cambio de ciclo YA. Que debemos tener unos políticos decentes. Pero siempre. No sólo cuando le recuerdan su indecencia al de enfrente. Que deberíamos promover la concordia y exigir a nuestros políticos que se sienten, que se respeten, que se pongan de acuerdo y que dejen de darnos motivos para pensar en qué nos equivocamos el día aquel que les dimos nuestro voto. El domingo tenemos una magnífica oportunidad para decirles todo esto con nuestra papeleta.

15 comentarios en “LA SIEMBRA

  1. Querido Carlos, me parece sesgado, inclinado, subjetivo,tendencioso,escorado… etc, tu calificación de bolchevique del ultra.
    Más bien representa a esa extrema derecha que sólo cree en el pensamiento único de los fachas, nazis y antidemócratas.
    No mezclemos puñetazos con deseos electoralistas personales, nos apartan de la realidad y empezamos a construir sobre bases inestables y falsas.
    Un abrazo,

    • Gracias, Antonio. No sé muy bien por qué dices esto. He estado releyendo mi escrito y, en ningún momento, hablo de la ideología del muchacho. Sólo digo que se le va a identificar con la misma izquierda que representaba hace un año y pico Pablo Iglesias. En cualquier caso, no sólo hay Ultras de derechas. Este, por lo que he leído en varios periódicos y por las fotos que se han publicado de su Twitter, era un muchacho antifascista, devoto de la Revolución Cubana y de la Unión Soviética. Si esas informaciones (que he visto en 3 medios diferentes; El Mundo, La Voz de Galicia y el Ideal Gallego) no fueran ciertas, no tendría ningún reparo en rectificar. Y tampoco sé a qué te refieres cuando dices que se mezclan deseos electoralistas con puñetazos. Si te refieres a mis deseos, quedan muy claros en el final de la Cabra. Creo que en España falta concordia, diálogo y verdadera tolerancia. Y, dando por hecho que el mozo es de extrema izquierda, francamente, me da igual si el muchacho es de extrema derecha o de extrema izquierda; ambas me parecen la misma mierda. Un abrazo.

  2. Querido Carlos:
    No puedo estar más en desacuerdo contigo en esta Cabra.
    No veo en absoluto la relación de los casos de corrupción del PP (por cierto, no mencionas ni uno de los demás partidos, y hay unos cuantos…) con la agresión de ayer.
    Lo que sí es más que evidente es el clima de agitación que la izquierda (radical y no tan radical) ha ido atizando desde hace años.
    Todavía recuerdo con vergüenza la llamada a rodear las sedes del PP en la jornada de reflexión de las elecciones generales del 2004.
    Y luego los asaltos a capillas, los escraches a todo el disidente, los cordones sanitarios y pactos del Tinell y similares, y en general, la llamada a ejercer la violencia contra las personas de derechas o los católicos.
    No veo, porque no lo ha habido nunca, un proceso similar desde la derecha o ultraderecha.
    Desde el PP nunca se ha animado a rodear las sedes de ningún otro partido, o a rodear y asaltar el congreso, ni a hacer escraches contra personas de cualquier otro partido o ideología.
    Creo que el intento de equidistancia, de decir que la extrema derecha e izquierda son iguales es un ejercicio inaceptable porque sencillamente no es verdad.
    El episodio de ayer, la agresión intolerable e inaceptable a Rajoy, es un terrible y preocupante síntoma de lo mal que está una buena parte de la sociedad española.
    Y lo más preocupante es que hay mucha gente (parapetada en las redes sociales y el anonimato que éstas dan) que no solo no lo condena sino que lo aprueba…
    Esto es el resultado de años de fomenter la violencia hacia el que no opina como uno, desde prácticamente todos los ámbitos de la izquierda.
    Es una típica maniobra bolchevique, justificar la violencia.
    Y en eso estamos.
    Nos espera un futuro complicado si no se deshace esto desde a propia izquierda que lo ha fomentado.
    Pero ni con Iglesias ni con Sánchez eso va a ocurrir, desgraciadamente, porque son producto de esa iniciativa, y los principals beneficiarios de la misma.

    En fin.

    • Querido Copi. Me he debido explicar fatal, o quizás has leído un poco en diagonal. Porque en ningún caso justifico la violencia. Joder; todo lo contrario. Lo que digo es que creo firmemente que lo que hizo este muchacho ayer es consecuencia de un montón de cosas torcidas que han sucedido en España en los últimos tiempos. Yo explico ese cordón sanitario al que tú te refieres, pero lo llamo cinturón. Y afirmo rotundamente que en el ambiente crispado han tenido mucha importancia las soflamas del 15m, los escraches (que especifico que se hacen a gente de derechas), los asaltos a capillas y el discurso bolivariano de Podemos. Me sorprende que no hayas leído esto. Pero también creo que en ese cabreo general contra la casta, han influido mucho lo de Bárcenas, aquellas lamentables explicaciones de Cospedal y aquel sms inaceptable de Rajoy (Sé fuerte, Luis). Y no verlo, creo que es ponerse orejeras. Dices que no hablo de la corrupción del PSOE y me refiero expresamente a los Eres. No hay equidistancia; a mí es que tanto la extrema derecha como la extrema izquierda me parecen la misma mierda y, salvo que te haya entendido mal, me sorprende que a ti te parezca mejor una que otra. Si esperamos que, después del 20D las soluciones vengan solo desde la izquierda, vamos a ir mal. Yo creo que hace falta una nueva etapa de la política en la que Derecha, izquierda y centro, se sienten, hablen, se toleren y busquen la concordia. Un abrazo

      • Por si no lo has leído, te copio literalmente lo que digo. Un abrazo «Que se puede establecer un cinturón sanitario en torno a un partido como si fuera la peor ultraderecha, como se hizo durante años con el PP, con un lenguaje que pone a huevo que sucedan cosas como la de anoche. Este mozo pontevedrés es hijo de ese lenguaje bolchevique que utilizaban hace meses los que hoy son candidatos al Congreso por Podemos. Esos discursos del 15-M llenos de odio hacia los políticos tradicionales. Esas convocatorias a rodear el Congreso. Esas reclamaciones del regreso de las guillotinas. Esos escraches siempre a personalidades de la derecha del país. Esos asaltos a las capillas…
        Lo que pasa es que este mozo es también hijo de Bárcenas, y de las obras del PP pagadas en negro y de las indemnizaciones en diferido de Cospedal y de la Gurtel y de los Eres y de Urdangarín… Nada es gratis.»

        • Es posible que te haya entendido fatal…
          Lo que quiero decir es que, por muy graves que hayan sido los casos de corrupción, la violencia nunca es aceptable ni justificable.
          Y lo que es innegable es que la izquierda radical (y no tan radical) ha estado fomentando la violencia y la crispación social de una manera premeditada.
          No solo eso, sino justificándola porque va dirigida a los pérfidos de derechas o católicos.
          Ya estoy muy cansado de la pretendida superioridad moral de la izquierda, que es una mentira que, a base de repetirla hasta la naúsea, ha calado hondo.
          Muchos abrazos

  3. Yo, sin embargo, nada que decir, Carlos.

    Coincido contigo tanto en el diagnóstico de las causas del hostión como el la manipulación en la nazificación de los populares…

    Y, bueno. Que el mozalbete ES de la izquierda radical. Revisad su rastro de píos píos en Tweeter. Abrazo Carlos

    • Gracias, Javier. En realidad, la ideología del capullo este es lo de menos, porque, en este ambiente de crispación, puede salir mañana un imbécil pegándole una galleta a Pablo Iglesias. Pero es obvio que el muchacho parece que tenía en su Twitter una autodescripción como antifascista y que al que le pega la leche es al presidente del partido que representa a la derecha en España. O sea que, por mucho que diga Rajoy que no hay que hacer lecturas políticas, es un puñetazo ideológico a un líder político. Inaceptable, se mire por donde se mire. e injustificable. Yo no estoy justificando nada. Estoy intentando encontrar una explicación, que es bien distinto. Un abrazo.

  4. No creo que las palabras de Pedro Sánchez hayan animado a este menor a propinarle un puñetazo al presidente del gobierno, pero sí creo que el tono de algunos políticos no es el adecuado y aun menos adecuado el papel del moderador de aquella noche. Lo ocurrido ayer con este joven radical, sin embargo, es histórico. Jamás había ocurrido antes algo así. Me preocupa que haya jóvenes dispuestos a hacer eso y otros tantos a jalearlo. Cuando a un menor le cabe en la cabeza agredir al presidente del gobierno es que se ha educado en un clima de tolerancia mal entendida. Vivimos en una sociedad en la que siempre alguien verá con buenos ojos actos como este y eso es suficiente para reconfortar a quien los comete. Rajoy es un ser humano, como los refugiados, como las maltratadas, como los gays, como cualquiera, como todos nosotros. Su cargo no nos da derecho a reírnos de lo ocurrido.

    • Gracias, Ignacio. Qué alegría verte por estos pagos cabreros. A mí también me preocupa que haya pasado esto aunque confío en que sea algo aislado. Yo tampoco creo que Pedro Sánchez tenga la culpa de lo de ayer y si se infiere eso de mi texto, es que está muy mal explicado. Yo lo que digo es que creo que todo ayuda. Y que en esa crispación contra los políticos tradicionales, sobre todo del PP, han participado muchos y no sólo los de los escraches. Un abrazo.

  5. Totalmente de acuerdo contigo Carlos. Y me parece curioso cómo en un comentario se te «achaca» ser de derechas y en otro de izquierdas (resumiendo, con el riesgo que eso tiene). Este chico es de ultraizquierda, pero seguro que desde la ultraderecha podrían haber hecho lo mismo, con Rajoy o con Sánchez. Y en absoluto de acuerdo con que el PP sea nazi… Y no es mi opción política, pero creo que estamos muy tuertos en este país.

    • Gracias, Isabel. eso es lo que me gusta de la Cabra y de sus lectores. Que hay de todo y que no siempre opinan como yo, que me parece muy sano. Lo bueno es poder debatir libremente y en un entorno respetuoso. Un abrazo.

  6. Hola Carlos, perdona mi tardanza pero WiFi va y viene, parece que no se decide a quedarse estos días. Cambiante como algunos políticos, creo haberte entendido, pues estoy de acuerdo. La crispación general esta en el ambiente y encima durante estos últimos años la han abonado. Noto tal ataque de nervios, que en algunos círculos cercanos si comentas saltan, y con solo decir : eh que el voto es libre, !! Pues hay que votar…, lo que nos espera con éstos, con los otros… la gente que nunca ha cambiado su voto esta muy asustada y creando inseguridad a quien puede. Ni Rajoy se merece ese bestial puñetazo, ni nadie. Ni España tener a un puñado de sinvergüenza en el poder. De repente nos estamos convirtiendo en esos países que los diputados se lían a tortas, y sale en las noticias y te quedas de piedra. Espero y deseo no equivocarme en el voto y si es así, ha sido mi decisión que en eso soy muy veleta. No soy nada fiel a los partidos políticos.
    Respecto al agresor que la ley caiga de verdad sobre él, pero que suerte es menor. Lo siento por la familia de verdad.
    Un abrazo Carlos.

    • Gracias, María. Para tardanza la mía. Yo no creo que lo de este muchacho sea más que una anécdota. Lo que pasa es que considero que estas cosas acaban pasando porque entre todos se han hartado en estos años de poner abono. El resultado del domingo yo creo que es la mejor expresión del cabreo y el hartazgo del electorado. Ojalá saquen las buenas conclusiones y hagamos un país mejor. Un abrazo

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