Hoy jueves, día después de la hecatombe, miren ustedes por dónde, me voy a ciscar directamente en varios de los supuestos principios del bloguerismo.
Es una ley, como no escrita, que viene a decir:
1º que un bloguero no debe despistar a sus lectores saliendo en días insospechados.
Y 2º que un bloguero no debe jamás ser ventajista.
La 3ª ley la han dictado mi mujer y varios de mis amigos que me insisten en que no hable de fútbol. Pero, Dios, cómo no voy a hablar de fútbol después del burreo que nos pegó anoche el Borussia Dortmund.
Así que, aunque hoy sea jueves, escribo. Y aunque esté feo el ventajismo, voy a aprovechar la riada para darle un par de collejas al insoportable José Mourinho.
Estábamos todos un poco con el canguelo, hay que reconocerlo, pero después de la soba del Bayern al Barsa, los madridistas llevábamos ayer en la cara una sonrisa de oreja a oreja. Lo que pasa es que teníamos el miedo en el cuerpo no fuera a ser que la sonrisa se nos quedara igual de congelada que al Coyote cuando Correcaminos hace que le estallen en el hocico 500 cartuchos de dinamita marca ACME.
Y anoche el Borussia fue Correcaminos. Micmic.
Y aquí empieza el ventajismo. Porque, desde mi punto de vista, el magnífico entrenador que ingresa desde hace años una pasta gansa para que ganemos de una puñetera vez la Décima, anoche otra vez más se equivocó, no supo cómo meterle mano a los alemanes y, si no volvimos eliminados del todo es porque, de nuevo, Ronaldo marcó su gol. Vamos, diciéndolo de manera expresiva, pero a lo fino, que Mourinho anoche evacuó su vientre en Dortmund.
Parece que queda claro que Casillas no era el problema de nuestra portería, ni de nuestra defensa. No digo que los goles fueran culpa de Diego López (incluso hizo paradas para evitar un 6-1), pero, si hubiera estado Casillas en la portería, sus críticos estarían dándole por acabado tras cuatro goles en la ida de unas semifinales. Yo, sinceramente, creo que el milagroso Casillas igual podría haber hecho algo más en alguno de los goles.
Parece que queda claro que Pepe ya ni siquiera es ese buen defensor que cíclicamente sufría una descarga cerebral en los partidos importantes. Ahora mismo es, simplemente, un defensa mediocre.
Parece que queda claro que, si Ramos y Varane son tu mejor pareja de centrales desde hace semanas, no la debes cambiar en el partido más importante del año.
Parece que queda claro que Modric es otro pufo más de los que le han metido a la máquina de fichar del Madrid, que lleva atorada desde tiempo inmemorial.
Parece que queda claro que es inverosímil que no haya en toda la cantera del Madrid, por poner un ejemplo, un lateral izquierdo mejor que Coentrao. La cantera también está atorada desde tiempo inmemorial.
Parece que queda claro que a Florentino se le acaban los parapetos y que, salvo milagro la semana que viene, va a tener que decir adiós al dramaturgo-comediante que le ha estado parando y desviando los marrones desde hace 3 años.
Y, por último, parece que queda claro también que los que somos madridistas, pero pensamos que Mou es un cretino, nos fuimos anoche a la cama remolachados, pero con un cierto alivio convencidos de que, después de lo de ayer, el año que viene en el banquillo no va a estar el mismo entrenador. Lo malo es que, conociendo a Florentino, lo mismo nos vuelve a traer a un piernas glamuroso y nos tiramos otros tres años muy entretenidos en las ruedas de prensa, pero sin comernos un Sacis en la Champions.
EL VENTAJISTA
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