Es la pregunta que, probablemente, se están haciendo más españoles en los últimos días. Ayer estuve presentando un evento y al comienzo, para romper el hielo, me dio por preguntar al auditorio: ¿Cuántos de ustedes NO tienen decidido su voto?
Había desde luego más de 400 personas. Todas ellas eran de una clase socio-económico-cultural media-alta. Y el resultado a mí me pareció muy revelador. Más de la mitad de los que estaban allí levantaron la mano. Luego, ya puestos, pedí a la gente que, a la de tres, gritaran “¡YO!” los que estuvieran cabreados con los políticos. Cuando conté “tres” el grito se debió escuchar en Las Cortes. Y estábamos a unos 10 kilómetros de allí.
Pero no parece que a nuestros políticos les afecte demasiado. Todos ellos ahí siguen, convencidos de que han sido “los otros” los culpables de que estemos otra vez más a punto de ser convocados a las urnas. Y deberían estar preocupados. Todos. Porque estamos abonando el terreno para que nos aparezca uno de esos Mesías que cíclicamente surgen para guiar a sus pueblos a la felicidad.
Como yo sí estoy preocupado y no tengo claras muchas cosas, mejor que decir nada, hoy voy a lanzar unas cuantas preguntas. Les agradeceré mucho que me ayuden a ver algo de luz respondiendo en los comentarios de esta Cabra que está más en el garaje que nunca.
¿No les recordó Pedro Sánchez en su rueda de prensa-mitin del miércoles a Artur Mas cuando disolvió el Parlament en 2012?
¿Recuerdan que Mas tenía 62 diputados y pidió a los catalanes una mayoría más fuerte para liderar “El Gran Repte” y los catalanes le hicieron una peineta dejándole con 50 diputados? ¿Y que, después del hostiazo, en vez de dimitir, se desmelenó y nos metió a todos en el desastre del Procès?
Pedro Sánchez ¿Estaba deseando unas nuevas elecciones? ¿O está verdaderamente fastidiado por no haber conseguido que nadie le apoye?
¿Puede beneficiar a Sánchez el hecho cierto de que vamos a elecciones porque no ha pactado ni con “los que quieren romper España” ni con “los comunistas”?
¿La oferta de Pacto en las últimas horas de Albert Rivera es, como dicen en el PSOE, un enorme paripé después de haberse negado a hablar con Sánchez durante meses? ¿O era una oferta sincera?
¿La mayor parte de los votantes naturales de Albert Rivera están encantados con él, o cabreados como monas?
¿Ha abandonado Albert Rivera el centro izquierda, como dicen sus enemigos? ¿O sigue siendo el referente en el espacio en el que construyó gran parte de su electorado?
¿A quién puede votar hoy una persona de centro-izquierda? ¿A Ciudadanos? ¿O al PSOE?
¿Va a volver a dividirse en tres el voto de derechas? ¿O creen que este cabreo puede beneficiar a la derecha de toda la vida representada por el PP?
¿Retrocederán VOX y Ciudadanos? ¿O se reforzarán?
¿Seguirán castigando los votantes de Unidas Podemos a Pablo Iglesias o volverán a la casa morada aquellos que se fueron al PSOE en las elecciones de abril?
¿Iglesias ha sido, como dice Sánchez, el culpable de todo? ¿O es la cabeza de turco que necesita Sánchez para convencer al electorado de izquierdas de que esto es “O yo, o el caos fascista”?
¿Errejón es una termita de Podemos? ¿Una quintacolumna del PSOE? ¿O va a ser el revulsivo del voto a la izquierda del PSOE?
¿Va a ser Casado el que reúna de nuevo a la derecha en torno al PP o es el que va a llevar al partido de la gaviota a la tumba definitiva?
¿Dónde hay más votos que pescar en la derecha? ¿Por la zona del centro o por la del extremo populista?
¿Dónde hay más votos que pescar en la izquierda? ¿Por la zona del centro o por la del extremo populista?
Y, por continuar con la encuesta que arranqué ayer: ¿Cuántos de ustedes tienen claro lo que van a votar el 10 de noviembre?
Y ya, por desintoxicar, dos preguntas más ligeras,
¿Se va a comer el turrón Zidane?
¿Alguien tiene una receta buena buena de tarta de zanahoria?
Hala. A contestar si son tan amables de echarme un cable para aclararme el pensamiento.