LA MALA EDUCACIÓN

No se refiere este titular a uno de esos momentos cinematográficos rencorosos que le salen de vez en cuando al gran Almodóvar, ni a los horribles resultados de los estudiantes españoles en los últimos años. Responde este título a la manera en que el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, calificó los abucheos que están sufriendo distintos miembros de la Familia Real en las últimas semanas. Spottorno dijo esto en un encuentro sin grabadoras con los periodistas que habitualmente cubren la información de Zarzuela. Cada mes el director de comunicación de la Casa del Rey, Javier Ayuso, se reúne con estos periodistas para contarles qué es lo que va a pasar en los siguientes treinta días. Habitualmente Spottorno no acude a estas reuniones pero, cuando va, todos saben que hay miga. Y, en la última reunión estuvo Spottorno, y él y Ayuso se cubrieron de gloria.
Porque aquel día no era el Rey el que hablaba directamente. Estaban allí sus manos derechas. Los que cuentan lo que quiere contar el Rey. Pero se supone que se les paga, además, para asesorar a su Majestad y decirle qué le conviene, cómo le conviene y cuándo le conviene comunicar. Y, la verdad, es que, en los últimos tiempos, parece que esa asesoría al Monarca se la están haciendo El Gordo y el Flaco.
Vamos, yo nunca he estado en esa tesitura, pero si yo fuese el director de comunicación de Su Majestad habría intentado conducir a mi jefe por sendas muy diferentes a las que ha tomado desde que arrancó su annus horribilis. Y no me vale lo que dicen los que conocen Zarzuela de que el Rey manda mucho. Si a mí me contratan para ayudar a comunicar mejor, o se me deja que haga mi trabajo o me voy. Pero no salgo a hablar con la prensa para decir mamonadas como que a la Casa Real “más que preocuparles le molestan los abucheos por la mala educación que demuestran”. ¿De verdad ha dicho el Rey semejante estupidez? Y en el caso de que esto sea cierto, ¿No ha habido en Zarzuela nadie con cojones para decirle al Rey: “Majestad, usted no puede decir esto”? Porque creo que no están las cosas, ni el ambiente del país como para que lleguen desde Palacio reconvenciones al personal, por mucho que a mí me parezcan injustos determinados abucheos.
¿Qué te pitan en el Teatro Real? Respeto. ¿Qué te silban en un campo de fútbol? Respeto. ¿Qué te abuchean al entrar en un acto académico? Respeto. Y silencio. Pero jamás protesta, aunque sea “sotto voce” y utilizando una reunión mensual con los periodistas habituales. ¿En serio no hubo en Zarzuela nadie que midiera el daño que iba a hacer que apareciera el Rey calificando como maleducados a los que silban a la Familia Real?
Yo he conocido de cerca a muchas estrellas de la tele, a políticos y a altos directivos de empresas de los que se dice muy alegremente: “Ese es un gilipollas” cuando, en infinitas ocasiones, el soplagaitas es el que rodea al personaje. Hay muchos de estos seres humanos famosos y poderosos que tienen mala imagen sencillamente porque están rodeados de tontos del culo. Y me da la sensación de que eso es lo que está pasando en Zarzuela. Con esto me estoy fastidiando las ínfimas opciones que tenía de que me invitaran a una recepción del Rey, pero, si no lo digo, reviento. Es que creo que estos dos personajes están haciendo más por el regreso a España de la República que el más activo de los partidos republicanos.
Majestad, échelos y hágase el favor de empezar a comunicar de una manera que los españoles entiendan. Sé que usted mismo y algunos miembros de su familia no lo están poniendo fácil, pero creo que los españoles están dispuestos a perdonarle, si hace usted limpia y deja de llamarnos maleducados por persona interpuesta.
Y estaba a punto de rematar la Cabra, pero ¿cómo hago para no hablar hoy del PP? Y de Bárcenas. Y de Rajoy. Y de cualquiera de los dirigentes del partido en el gobierno que han abierto la boca en los últimos días. Imagino que los que llevan la comunicación de Rajoy debieron ir a la misma escuela que Spottorno y Ayuso, porque también se están luciendo. O sea; está en el trullo Luis Bárcenas, el ex tesorero del PP, y uno de los principales periódicos del país publica una entrevista con él en la que dice que pagó con sobres al actual presidente del gobierno. ¿Pasa esto y Rajoy, para explicarse, no monta una conferencia de prensa sin plasmas y con periodistas de verdad que pregunten? No. Y no sólo eso. Es que se permite ayer acudir a un acto en una fábrica de Opel, esquivar a los periodistas y decir, con dos escrotos rellenos, que no entiende que nos guste tanto hablar de lo no importante y sacar sólo lo malo. ¿¿¿¿¿????? Vaya; me estoy perdiendo algo; ¿que alguien acuse al presidente del gobierno de haber cobrado de manera irregular no es importante? Sería, como dice el título de esta cabra, para hacer gala de mala educación y, con todo respeto, señor Presidente, mandarle directamente a tomar por el culo. Pero, para que no me regañen Spottorno, Ayuso, ni mi mujer, ni mi madre, sencillamente, le mandaré a esparragar que es menos contundente, pero mucho más fino.

Quiero dedicar esta Cabra de hoy a la memoria de Concha Gª Campoy. Que descanse en paz.