CASTELLIO CONTRA MOURINHO

Sé que no me debería poner en plan pedorrillo intelectualoide para hablar de fútbol, pero los socios del Madrid deberían leerse el libro “Castellio contra Calvino” de Stefan Zweig. Yo he estado tres años viviendo en Ginebra y me fascinó, desde que llegué, el personaje de Jean Calvin. Un hombre de carácter tiránico que impuso, con el apoyo de toda la ciudad, un rigor extremo en la vida de los ginebrinos. Una austeridad, un puritanismo y una inflexibilidad que, en algunos aspectos, siguen gobernando a los habitantes de esta ciudad suiza.
Este libro cuenta cómo Sebastián Castellio, un predicador nada importante, tuvo en jaque a Calvino durante unos años. Castellio se enfrentaba no sólo a Calvino sino a los miles de acólitos del líder que intentaban difamarle y desacreditarle con las acusaciones más absurdas. Y todo porque había cometido la torpeza de enfrentarse al líder absoluto.
En varios pasajes del libro, Zweig habla de la necesidad que tienen los pueblos de un líder mesiánico que les dé orden y paz, sobre todo en tiempos de zozobra. Alguien que te libere de tener que pensar, aunque tengas que renunciar a tus más elementales libertades. Zweig dice que esos líderes suelen derivar en tiranos que “quieren imponer su orden como dogma único y estigmatizan cualquier diferencia de opinión, calificándola de delito”. Pues eso.
Evidentemente no quiero comparar a Mourinho con Calvino, ni yo pretendo tomar el papel de Castellio, pero sí creo que la marea de adhesiones inquebrantables en torno a las personalidades mesiánicas de Mou y Florentino (otro que tal baila) se parece mucho a la que despiertan tradicionalmente los dictadores. Yo tengo amigos a los que considero inteligentes e incluso muy inteligentes que están absolutamente cautivados por el aura carismática de Mourinho; el líder, el Mesías que les va a liberar del yugo blaugrana cueste lo que cueste. Y a los que nos parece un maleducado, soberbio, déspota y dañino para la imagen del Madrid, nos miran como unos melifluos que no merecemos ser llamados madridistas. Y ya no te digo si dices que prefieres un entrenador tipo Guardiola, antes que uno tipo Mou. Entonces se ríen de tu mariconez y te sacan el discurso de que era “más falso que Judas” y que “meaba colonia” (sic). Me hace gracia lo de la evacuación urinaria perfumada. Porque yo, la verdad prefiero uno que mee colonia a otro que tenga pinta de orinar constantemente cálculos renales, y de ahí su mal café.
A ver, esto son cosas objetivas; que un entrenador de un equipo serio le meta el dedo en el ojo al segundo entrenador del máximo rival, está feo. Que un defensa central del Real Madrid pise queriendo la mano de un jugador del máximo rival, está feo. Que el entrenador del Real Madrid dedique más tiempo a protestar por los arbitrajes o por el empedrado que a hacer autocrítica, está feo. O que cite a sus aficionados veinte minutos antes de empezar un partido para salir en plan chulito piscinas, está feo. Y todo para que le aplaudan cinco gatos y le piten otros cinco. Pues qué bien.
Pero el problema no es que pasen estas cosas; es que desde la presidencia del club se le permita. Y luego hay un grupo numerosísimo de periodistas afines que se encargan de hacer ver como normales y muy justificadas las cosas anormales y de calificarnos de pseudomadridistas o, directamente, antimadridistas a los que opinamos que se está haciendo mal. Es como lo de Del Bosque. Desde que Florentino hizo la tontuna de echarle y poner al glamourosísimo Queiroz, Florentino, en petit comité, y sus periodistas afines, a lo grande, no han hecho más que lanzar mierda sobre don Vicente. Que si es un manta, que si es un blandengue, que si ganó el mundial porque el equipo se lo dejó hecho Aragonés, que la Eurocopa la ha ganado gracias a que tiene a los mejores de la historia (y a Luis Aragonés)… Pues qué quieren que les diga, pero si tengo que elegir prefiero a un manta como del Bosque a Mourinho.
Como prefiero ver a canteranos subiendo al primer equipo en vez de comprar mediocridades (alabadísimas por los periodistas pro-Flo) como el gran Coentrao. ¿De verdad no hay en la cantera del Madrid dos o tres chavales que lo hagan parecido a Coentrao? Es que no me lo creo. O, si es verdad, que cierren Valdebebas. Creo que de la cantera del Madrid no sale nadie porque no los sacan. Si tú tienes la sensación de que puedes jugar en el primer equipo juegas con un nivel de motivación que parece que has desayunado cinco red bulls. Si tienes la sensación de que no vas a salir de ahí, tu motivación anda por los suelos. Dicen que es que no dan el nivel. Yo creo que no dan el nivel los directivos y los técnicos del primer equipo. Estoy seguro de que Iniesta, si hubiese sido de la cantera del Madrid habría acabado jugando cedido en el Albacete, para luego ir al Depor y terminar triunfando en el Arsenal o así. O lo mismo se habría cogido tal aburrimiento que hoy estaría en Fuentealbilla poniéndose ciego de comer helados Kalise.
En fin. También decía Zweig que, al final, siempre acaba triunfando la libertad y que, salvo en casos raros, los tiranos acaban siendo devorados por ellos mismos. No sé si es el caso de Mou y Florentino, pero ya empiezan a escucharse voces críticas contra ambos. Lo malo es que el coro brutal no saldrá hasta que no caigan del todo. Entonces, cuando se vaya Mou, ya aparecerán antimourinhistas hasta debajo de los banderines de córner del Bernabéu.
P.D. Esta cabra lleva escrita desde hace días. No tiene nada que ver con la derrota de ayer en Vigo. Mourinho, por cierto, culpó a sus jugadores.